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Qué duda cabe de que el deporte inclusivo es una potente herramienta con numerosos beneficios. Beneficios que no solo están patentes en el plano físico, potenciando la salud y los buenos hábitos, sino también en el ámbito de lo psicológico y lo emocional, sobre todo a edades tempranas. Así lo ve la Fundación Sanitas, que ha sacado adelante el Programa Deporte Inclusivo en la Escuela (DIE), que trabajará con más de 400 colegios adheridos.
De estos centros, se espera proporcionar formación a más de 1.100 profesores, para que el impacto de la iniciativa alcance a cerca de 50.000 alumnos con y sin discapacidad, en este nuevo año lectivo que empieza.
10 razones por las que el deporte inclusivo mejora el plano emocional y psicológico
“El deporte inclusivo en las escuelas produce un mayor sentimiento de pertenencia al grupo por parte de los menores con discapacidad", empieza explicando Javier Pérez, director de la Cátedra Fundación Sanitas de Estudios sobre Deporte. "Les ayuda a mejorar la imagen que tienen de sí mismos y mejora de la actitud de los jóvenes sin discapacidad hacia sus compañeros, desarrollando la empatía y el respeto”, añade.
Y es que el deporte puede aportar mucho a la vida de las personas, beneficiando su plano emocional y psicológico, como por ejemplo:
- Sentimiento de Pertenencia: Participar en un equipo o grupo deportivo inclusivo les brinda a los niños un sentido de pertenencia. Saber que son aceptados y valorados por sus habilidades y no juzgados por su condición les ayuda a sentirse incluidos y aceptados en la sociedad.
- Desarrollo de Habilidades: Al practicar deportes inclusivos, los niños pueden desarrollar habilidades físicas y cognitivas. A medida que mejoran sus habilidades, ganarán confianza en sí mismos y se sentirán más capaces de enfrentar desafíos en otros aspectos de sus vidas.
- Superación de Obstáculos: En el deporte inclusivo, los niños a menudo enfrentan desafíos físicos y emocionales. Aprender a superar obstáculos y perseverar en momentos difíciles les enseña a ser resilientes ya tener confianza en su capacidad para enfrentar dificultades.
- Interacción Social: El deporte fomenta la interacción social y la construcción de relaciones. Los niños pueden hacer amigos y establecer conexiones significativas con compañeros de equipo y entrenadores. Esto puede mejorar su autoestima al sentirse valorados y queridos.
- Autoconocimiento: A través del deporte, los niños pueden descubrir sus fortalezas y debilidades. Aprenderán en qué áreas se destacan y en cuáles necesitan trabajar. Esto contribuye al desarrollo de una sólida autoimagen y autoconocimiento.
- Aceptación de la Diversidad: El deporte inclusivo exponen a los niños a personas con diversas habilidades y antecedentes. Aprender a respetar y aceptar la diversidad contribuye a una mentalidad inclusiva y una mayor empatía hacia los demás.
- Logros Personales: Al establecer y alcanzar metas deportivas, los niños experimentan un sentido de logro personal. Esto refuerza su autoestima y les enseña que pueden alcanzar sus objetivos con esfuerzo y dedicación.
- Efecto Terapéutico: Para algunos niños con discapacidades, el deporte puede tener un efecto terapéutico. Puede mejorar su salud física y emocional, lo que a su vez influye en su autoestima.
- Empoderamiento: Participar en el deporte empodera a los niños al darles la oportunidad de tomar decisiones, asumir responsabilidades y liderar en su equipo. Esto refuerza su sensación de control sobre sus vidas.
- Celebración de Logros: Los éxitos son celebrados y reconocidos. Esto refuerza la autoestima de los niños, ya que sienten que sus esfuerzos son valorados y apreciados por otros.
El deporte inclusivo puede ser una poderosa herramienta para el desarrollo de la autoestima y el autoconocimiento en los niños, al brindarles un ambiente de apoyo, oportunidades de aprendizaje y logros personales que refuerzan su confianza en sí mismos y su sentido de pertenencia.
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