Lectura fácil
El mes de agosto marcó un avance crucial en la lucha contra la depresión posparto. La FDA (Administración para la Alimentación y Medicamentos de EE. UU.) aprobó la utilización de la zuranolona, específicamente diseñada para tratar este trastorno.
A diferencia de su predecesor, la brexanolona, este nuevo medicamento, según Lluisa García Esteve, psiquiatra de la unidad de salud mental perinatal del Hospital Clinic de Barcelona – consultada por El País - ofrece un método terapéutico más breve al ser administrado por vía oral y a un costo significativamente más accesible para todas las mujeres que lo necesiten.
La zuranolona se prescribe en dosis de un comprimido de 50 miligramos una vez al día durante dos semanas. Informes de e-lactancia.org sugieren que este fármaco posee una baja probabilidad de interferir con la lactancia materna, lo que representa un gran avance para las madres lactantes que requieren tratamiento para la depresión posparto.
Impacto en la salud materna y del bebé
El reconocimiento de la zuranolona como un tratamiento efectivo para la depresión posparto representa un paso importante para la salud tanto de la madre como del bebé.
Además de reducir el riesgo de complicaciones en el desarrollo neurobiológico del recién nacido, fortalece el vínculo entre la madre y su hijo, lo que Liset Álvarez, psicóloga perinatal y psicoterapeuta, considera esencial. Álvarez destaca que una madre que enfrenta depresión posparto o ansiedad puede tener dificultades para atender a las necesidades del bebé, subrayando la urgencia de la prevención y tratamiento de la depresión posparto para evitar efectos perjudiciales en la salud tanto física como mental de ambos.
Prevalencia, factores de riesgo y necesidades del sistema sanitario
A pesar de ser un trastorno común, la depresión posparto ha sido insuficientemente investigada y a menudo pasada por alto. García Esteve advierte sobre la importancia de considerar los factores de riesgo, como antecedentes de ansiedad y depresión durante el embarazo, episodios depresivos previos, traumas infantiles y antecedentes familiares de este trastorno, para evaluar el riesgo en cada madre.
La realidad en España muestra carencias significativas en dispositivos de acompañamiento durante el embarazo, lo que obstaculiza la detección temprana y la prevención de la depresión posparto. A pesar de algunos avances, como el protocolo de seguimiento del embarazo implementado en Cataluña, la mayoría de las comunidades autónomas carecen de medidas preventivas integrales para atender la salud mental de las madres y sus bebés.
Para poder intervenir a tiempo, García Esteve recalca la importancia de disponer de un circuito de detección y derivación a profesionales especializados durante el embarazo. En este sentido, la psiquiatra lamenta la escasez de dispositivos específicos y programas de asistencia, lo que lleva a un aumento en el uso de antidepresivos en España y genera una dependencia excesiva de la medicación como recurso terapéutico.
Si bien la aprobación de la zuranolona marca un progreso significativo en el tratamiento de la depresión posparto, se necesita una intervención más integral, específica y accesible para atender las necesidades de las madres y sus bebés en términos de salud mental perinatal. Esto implica no solo la administración de fármacos, sino también la implementación de sistemas de apoyo, detección temprana y programas de atención integral para abordar los múltiples aspectos que rodean a la madre y al bebé.
Añadir nuevo comentario