La inversión en el empoderamiento de las mujeres como pilar fundamental de los derechos humanos

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
12/03/2024 - 15:00
El empoderamiento de las mujeres en el empleo

Lectura fácil

El hecho de invertir en las mujeres es esencial tanto económicamente como en términos de derechos humanos. Los sistemas financieros globales contribuyen a la desigualdad de género, por lo que se requiere una inversión financiera para superar estas barreras.

Invertir en las mujeres es fundamental de cara a los derechos humanos

Invertir en las mujeres va más allá de un simple acto económico; es una cuestión fundamental de derechos humanos. Los sistemas financieros y económicos actuales no sólo ignoran, sino que perpetúan la desigualdad de género. Este enfoque voraz hacia el crecimiento económico, desvinculado de la equidad y la sostenibilidad, afecta especialmente a las mujeres.

La carga del trabajo no remunerado, la discriminación laboral y la falta de acceso a oportunidades económicas son solo algunas de las barreras que enfrentan las mujeres en todo el mundo día tras día.

Las mujeres a menudo asumen una parte desproporcionada del trabajo no remunerado, lo que limita su participación en la economía y afecta a la propia autonomía. A pesar de su contribución vital, este trabajo no se valora adecuadamente en términos económicos. Además, persisten brechas salariales significativas y desigualdades de género en el empleo, tanto en sectores formales como informales.

La discriminación estructural y cultural también perpetúa la disparidad de derechos legales y oportunidades económicas entre hombres y mujeres. A nivel mundial, las mujeres enfrentan obstáculos significativos para acceder a empleos bien remunerados y posiciones de liderazgo empresarial. 

Esta desigualdad económica no solo mantiene a las mujeres en la pobreza, sino que también limita el potencial de crecimiento económico global.

Por lo tanto, invertir en las mujeres no sólo es moralmente correcto, sino también económicamente inteligente. Al ofrecer igualdad de oportunidades y apoyo financiero a las mujeres, no solo se promueve la justicia, sino que también se desbloquea el potencial económico que beneficia a toda la sociedad. Por ello, es hora de reconocer que invertir en las mujeres es esencial para construir un mundo más justo y próspero para todos.

Obstáculos en cuanto a los recursos financieros

El acceso a recursos financieros es fundamental para que las mujeres puedan ejercer plenamente sus derechos. A pesar de los obstáculos que enfrentan en el sistema financiero, es crucial asignar recursos financieros para abordar la desigualdad de género. 

Se estima que se necesitan 360.000 millones de dólares anuales para lograr los objetivos globales de igualdad de género, pero con el ritmo actual de progreso, más de 342,2 millones de mujeres y niñas seguirán viviendo en la pobreza extrema para 2030.

La inversión en protección social es esencial para reducir la pobreza y la vulnerabilidad entre las mujeres, sin embargo, solo el 26,5 % de ellas están cubiertas por sistemas integrales de protección social. Además de recursos financieros, las mujeres necesitan acceso a tierras, información, tecnología y recursos naturales.

Aproximadamente 2.700 millones de personas carecerán del acceso a Internet en 2022, lo que limita su capacidad para encontrar empleo o iniciar un negocio. 

En cuanto a la propiedad de tierras agrícolas, las mujeres están notablemente subrepresentadas y poseen menos derechos de tenencia seguros en el 87 % de los países con datos disponibles.

La importancia de reducir las brechas de género de la actualidad

El progreso de las mujeres no solo es un imperativo moral, sino también una oportunidad económica sin precedentes. Su participación activa en la economía, ya sea a través del trabajo remunerado o del cuidado no remunerado, es crucial para el crecimiento y la estabilidad económica.

Reducir las brechas de género podría impulsar significativamente el PIB per cápita, aumentando la prosperidad para todos. La inversión en sectores como los servicios de cuidados no solo crearía empleo, sino que también reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero y liberaría tiempo valioso para las mujeres. A pesar de estas oportunidades claras, las mujeres siguen enfrentando desafíos económicos significativos.

Es esencial entender los derechos de las mujeres como una inversión estratégica. Al proporcionar a las mujeres las herramientas y oportunidades necesarias, no sólo se abandona el ciclo de la pobreza, sino que también contribuirá de manera significativa al desarrollo económico y social.

Añadir nuevo comentario