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Hoy, con más firmeza que nunca, confirmamos que Afganistán copa las listas de los peores países donde nacer niña.
El país ya era una trampa para las mujeres antes de los talibanes pero es que ahora pretenden engañarnos a todos haciéndonos creer lo contrario. Incluso, uno de sus líderes ha llegado a vaticinar que las mujeres “estarán contentas de vivir bajo la ley sharía", sin aclarar cuáles serán las nuevas reglas. Una ley que interpretan en el sentido más estricto en el que las mujeres tienen que cumplir con 29 normas de lo más discriminatorias.
Es cierto que poco se habla sobre los hombres desaparecidos en Afganistán y que los derechos de los varones también se verán afectados con el nuevo régimen, pero ojo, las mujeres siempre salen perdiendo y no hay color entre sus derechos y los que quedarán para los hombres en el nuevo emirato.
La llegada al poder de los talibanes incrementa la brecha de género en un país que ya era de los peores para ser mujer
El destino de las mujeres afganas parece estar condenado a la oscuridad. La posibilidad de que sean ellas las que tengan algo que decir sobre lo que ocurrirá a partir de ahora en su país es casi nula por la llegada de los talibanes.
Con la llegada al poder de los talibanes, la situación y los derechos de las mujeres previsiblemente empeorarán. Varias mujeres afganas están reivindicando no retroceder en los derechos avanzados y pidiendo ayuda a la Comunidad Internacional.
Nacer mujer en un país como Afganistán significa que las posibilidades de acceso a la educación se reducen: la tasa de alfabetización de las mujeres es significativamente más baja que la de los hombres y se les niega el acceso a los mismos niveles educativos. También significa que vivirán en pobreza o no podrán gestionar su dinero.
Morir o desaparecer también es más probable en algunos de estos países: el número estimado de 'mujeres desaparecidas' en todo el mundo fue de 142,6 millones en 2020, el doble que en 1970. Lo más seguro es que, si eres mujer, tu vida sea más corta: las féminas tienden a vivir más que los hombres; sin embargo, en algunos de estos países persisten las brechas de género en la esperanza de vida.
Los talibanes someten el futuro de los derechos de las mujeres al cumplimiento de la ley islámica
El portavoz talibán, Zabihulla Mujahid, ha ofrecido la primera rueda de prensa después de que el grupo llegara al poder y ha querido ofrecer una imagen aperturista.
En su comparecencia, como decíamos antes, Mujahid ha asegurado que las mujeres afganas "serán felices" siempre que "continúen viviendo de acuerdo con la 'sharía". Qué ironía.
Los talibanes, en su convocatoria de prensa en Afganistán desde su toma de poder, quisieron lanzaron un mensaje de reconciliación y unidad tras su rotunda victoria en el país. De igual modo, insistieron en que declararon una "amnistía general" y anunciaron unos objetivos que, a tenor de la experiencia de las últimas décadas, no parecen fáciles de cumplir. Es el caso de acabar con los narcóticos en el país del opio o permitir que las mujeres trabajen.
Por favor... que no nos engañen. Todo indica que, mientras se produce la transición y las fuerzas armadas internacionales estén sobre el terreno, todo va a ser muy calmado, nada de gestos importantes, nada si es posible de detenciones, enfrentamientos militares…
Las mujeres permanecen en sus casas por temor a ser golpeadas por no cubrirse o por no salir sin un hombre que las acompañe
En varios sitios de Afganistán, testigos aseguran que muchas de ellas están siendo violadas y obligadas a contraer matrimonio con talibanes.
"No hay mujeres caminando por las calles, pero hay mujeres en coches con mascarillas y sin dejar que se escape un solo pelo", dice Hayat, una mujer de 24 años que salió a ver la ciudad bajo el régimen talibán para eldiario.es
"El único cambio positivo es que no hay tráfico. Pero no me siento segura en la calle. Cuando salí, no dejaba de pensar que me dispararían en cualquier momento".
Una de las pocas excepciones fue una pequeña protesta de un grupo de mujeres este martes, que sujetaban pancartas mientras un grupo de talibanes las vigilaba, según un vídeo compartido por un reportero de Al Jazeera en Kabul.
Los soldados ya han comenzado a imponer el cumplimiento de un código estricto en otras partes de la ciudad
Aunque los talibanes no han dictado oficialmente sus nuevas reglas para los habitantes de Kabul, los soldados usaron los altavoces de una mezquita en el oeste de la ciudad para anunciar que las mujeres deben llevar burkas o un vestido largo y con cobertura facial completa.
Muchas mujeres en Kabul no tienen burkas, la prenda envolvente que los talibanes obligaban a las mujeres a usar en el pasado, y ahora intentan conseguirlos. Esta prensa siempre ha sido un símbolo de esclavitud pero hoy en día muchas mujeres que no lo utilizaban se han visto obligadas a ponérselo porque quieren salvar su vida.
Si todo sigue por ese camino, la ley islámica afirma que si la mujer se para cerca de su novio, será castigada con latigazos
Y la cosa no queda ahí. Podría escribir muchas más líneas sobre este tema. De la misma manera, esta ley prohíbe a quienes no estén casados tocarse, abrazarse y besarse en público. Si una mujer está embarazada y es penalizada por esta ley, en ocasiones, el castigo se guarda hasta que nazca el bebé.
En cuanto al matrimonio, la sharía prohíbe rechazar este sacramento, si un hombre de tu familia decide que te casas, te casas, seas mayor, menor, quieras, o no (siempre con un hombre musulmán). Sin embargo, la poligamia está aceptada para el hombre, aunque, ¡vaya! éste no puede casarse con dos hermanas, ni tampoco con una mujer y su tía.
Del divorcio mejor ni hablamos, ya os lo podéis imaginar.
La voluntad es siempre masculina
En Afganistán existían varias restricciones para la mujer. Ésta debe estar siempre supeditada a un hombre de confianza de su familia, el llamado maharim. Esta figura corresponde a los hijos y sus descendientes; el padre y sus ascendientes; los hermanos; los hijos de los hermanos y de las hermanas; los hermanos del padre, sus tíos; los hermanos de la madre, los tíos también; el padre del marido, su abuelo, los hijos de otros matrimonios del marido… Salvo estos hombres, jamás una mujer musulmana puede quedarse a solas con un hombre extraño, ni saludar, no conversar.
Delante de estos hombres la mujer musulmana puede estar sin hiyab siempre y cuando lleve una ropa decente. Las mujeres no deben enseñar los tobillos, ni reírse en público, ni mostrar el pelo, ni pintarse las uñas.
Si una mujer fuera testigo de un delito, si conoce una violación o un robo, no tiene derecho a atestiguar. Si llega el caso, y lo hace, será sometida a 80 latigazos en vía pública.
Pese a todo, la sharia está abierta a interpretaciones. Puede ser ley absoluta, como parece que será en Afganistán y es en Brunei; inspiración como ocurre en Turquía, Libia, Egipto, Túnez, Arabia Saudí... Crucemos los dedos y veremos a ver en qué queda esa supuesta felicidad que los talibanes dicen que las mujeres van a poder disfrutar conviviendo con esta ley en la actualidad.
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