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Al menos 26 personas resultaron heridas, una de gravedad, por el terremoto de magnitud 6,7 Richter que ha azotado el noroeste de Japón. Sismo que provocó un leve tsunami en la costa noroccidental, informaron hoy las autoridades del país.
El sismo ha dejado más de 20 heridos, cortes eléctricos y servicios de trenes interrumpidos
La Agencia Meteorológica del país, levantó la alerta declarada tras el temblor. Unos 9.000 edificios sufrieron cortes eléctricos, servicios de trenes se han visto interrumpidos y hay varias carreteras cortadas en la región.
De acuerdo con las autoridades, citadas por Efe, al menos 21 personas han resultado heridas.
El único herido grave contabilizado hasta ahora es una persona de la ciudad de Tsubame, en la prefectura de Niigata, mientras que otras 25 resultaron heridas leves en las provincias de Miyagi (4), Ishikawa (1), la propia Niigata (3) y Yamagata (17), la mayoría en la localidad de Tsuruoka.
La zona costera más castigada está bastante despoblada
Las autoridades japonesas se encuentran comprobando el estado de los edificios, pero, según apunta la FDMA, por el momento no se ha informado de daños importantes en inmuebles ni instalaciones.
Más de 50 viviendas han resultado dañadas en la ciudad de Murakami, (Niigata), donde las autoridades han recomendado a 521 personas estar listas para ser evacuadas si las intensas precipitaciones se complican.
Riesgo de derrumbes
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) ha pedido a la población que extreme la precaución por el riesgo de derrumbes y corrimientos de tierra ante potenciales seísmos similares en la próxima semana.
El terremoto se produjo a las 22:22 hora local (13:22 GMT) del martes con epicentro en el mar, cerca de la costa noroeste de Japón, frente al límite que separa las prefecturas de Niigata y Yamagata.
Nada más registrarse el seísmo la JMA emitió una alerta de tsunami, que fue levantada casi tres horas después. Las olas del tsunami se observaron en Awashima, Sakata, Sado, Wajima y Niigata, según datos de la agencia.
Japón se asienta sobre el llamado anillo de fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo. Sufre terremotos con relativa frecuencia, por lo que las infraestructuras están especialmente diseñadas para aguantar temblores fuertes.
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