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La cuenca del Mediterráneo, especialmente España, es una región vulnerable a riesgos naturales que se han intensificado en el último siglo debido al cambio climático. Las temperaturas extremas han aumentado la frecuencia y gravedad de desastres naturales como las sequías, olas de calor e inundaciones.
Los riesgos de la naturaleza acechan a España
La cuenca del Mediterráneo, especialmente en España, es una región muy vulnerable a los desastres naturales debido a su geografía y clima. A lo largo del último siglo, estos riesgos se han incrementado de forma notable, especialmente a raíz del cambio climático. En particular, el aumento de las temperaturas extremas ha sido un factor clave en la intensificación de desastres naturales extremos, como las olas de calor, las sequías prolongadas y las inundaciones repentinas.
Las olas de calor se han vuelto cada vez más frecuentes, con temperaturas récord alcanzadas en diversas zonas del país, como la ciudad de Córdoba, donde se registraron 47,6°C en 2021. Este aumento en las temperaturas no solo genera un gran impacto en la salud pública, sino que también afecta negativamente a la agricultura, con pérdidas significativas en cultivos y la disminución de los recursos hídricos disponibles.
Por otro lado, las sequías se han vuelto más intensas y duraderas, afectando sobre todo a las regiones más áridas del país, como el sureste de la Península Ibérica. La falta de lluvias y el descenso de los niveles de los embalses afectan el suministro de agua y agravan los problemas en la agricultura y ganadería, además de poner en riesgo la biodiversidad local.
Las inundaciones, que tradicionalmente ocurrían en zonas específicas, también han aumentado en frecuencia y severidad. El desbordamiento de ríos y la acumulación de agua por lluvias intensas han causado importantes daños materiales y pérdidas humanas en diversas ciudades y pueblos, especialmente en la costa mediterránea. El reciente episodio de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó la Comunidad Valenciana en este 2024 es un claro ejemplo de cómo estos fenómenos extremos pueden convertirse en desastres naturales devastadores para la población.
El 29 de octubre de 2024, una Depresión Aislada a Niveles Altos (DANA) impactó el sureste de la Península Ibérica, provocando graves daños en localidades de la Comunidad Valenciana, como Paiporta, Pincanya, Sedaví y Torrent. Hasta el 4 de noviembre, se reportaron más de 200 muertes y numerosos desaparecidos.
Estos desastres naturales han reavivado la reflexión sobre otros eventos trágicos en la historia reciente de España, como inundaciones y olas de calor que también dejaron huellas profundas en la población.
¿Cuáles fueron los 7 desastres naturales más críticos en España?
A continuación, veremos cuáles han sido los 7 desastres naturales más destacados a lo largo de los años en España.
Inundaciones en el País Vasco (1953)
El 14 y 15 de octubre de 1953, los ríos Urola, Deba, Oria y Urumea se desbordaron, inundando varios municipios en el País Vasco. Las intensas lluvias provocaron una gran tragedia, con 27 muertos, incluido un autobús arrastrado por la crecida del río Urola en Zestoa.
Riadas de Valencia (1957)
El 14 de octubre de 1957, el río Turia se desbordó tras fuertes lluvias, causando graves inundaciones en Valencia. Se registraron hasta 630 litros de lluvia por metro cuadrado, lo que provocó la muerte de 81 personas, aunque algunas fuentes elevan el número a 100.
Catástrofe de Ribadelago (1959)
El 9 de enero de 1959, el colapso de la presa de Vega de Tera inundó el pueblo de Ribadelago, en Zamora, causando la muerte de 144 personas. La inaccesibilidad de la zona retrasó la llegada de ayuda, aumentando la tragedia.
Riadas del Vallés (1962)
El 25 de septiembre de 1962, intensas lluvias provocaron una de las peores inundaciones en Cataluña, especialmente en Terrassa y Rubí. Las aguas arrastraron escombros y causaron la muerte de entre 600 y 1.000 personas.
Inundaciones de octubre de 1973
El 19 de octubre de 1973, lluvias torrenciales en varias provincias españolas provocaron la muerte de más de 150 personas y alrededor de 50 desaparecidos. En algunas zonas se registraron hasta 600 litros de agua por metro cuadrado en solo 7 horas.
Desprendimiento en Biescas (1996)
El 7 de agosto de 1996, una riada en el camping Virgen de las Nieves, en Biescas (Huesca), causó la muerte de 87 personas. La lluvia acumulada provocó una ola de agua, barro y piedras que arrasó el camping, causando una larga batalla judicial por negligencia en su construcción.
Ola de calor de 2003
En agosto de 2003, una ola de calor extrema afectó a Europa, causando más de 35,000 muertes. En España, las temperaturas superaron los 45ºC en algunas regiones, y el calor intenso fue responsable de 12,963 muertes, según el Instituto Nacional de Estadística.
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