El descanso, la clave para desarrollar técnicas de aprendizaje mucho más eficaces

Ya sea que estemos en una etapa de estudios o que queramos mejorar nuestras habilidades en alguna materia en concreto, lo cierto es que la mayoría buscamos técnicas de aprendizaje con los que ser más eficaces a la hora de asimilar conocimientos. La ciencia ha demostrado que es posible conseguirlo, ya que se ha centrado sobre todo en entender los mecanismos que utiliza el cerebro para que podamos aprender. En este sentido, el descanso es la clave.

Así lo muestra un último estudio publicada en la revista 'Cell Reports', donde un grupo de investigadores hizo el seguimiento de la actividad cerebral, recurriendo a la magnetoencefalografía, o MEG, mientras se sometía a técnicas de aprendizaje, para ver el funcionamiento con mayor detalle y poder comprenderlo. De esta forma observaron que el mayor grado de asimilación se realizaba durante los periodos de descanso y no de ejercicio.

Las mejores técnicas de aprendizaje son las que incluyen descansos

¿Cuántas veces no hemos escuchado aquello de que nuestro cerebro es un músculo al que se puede entrenar? Pues bien, al parecer tiene muchas más cosas en común con los músculos de lo que sabíamos hasta ahora. Como sabemos, cuando ejercitamos nuestros músculos, estos crecen y se desarrollan en los periodos de descanso. Algo muy parecido ocurre con el cerebro. Cuando utilizamos técnicas de aprendizaje para asimilar más y mejor, serán los periodos de descanso los más importantes.

En este estudio a cargo del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, reclutaron a 30 voluntarios, que pasaron por un escáner MEG para medir su progreso y conocer así el funcionamiento, y se les pidió que escribieran la secuencia 41324 en un teclado de la forma más precisa y rápida posible. Para hacerlo utilizarían una de las técnicas de aprendizaje más populares: escribir durante 10 segundos, descansar por otros 10.

Después de un total de 36 ensayos, los investigadores pudieron comprobar que el cerebro era capaz de reproducir versiones de forma mucho más rápida, de los patrones de actividad a nivel cerebral, durante el descanso. Esto quiere decir que los periodos de descanso fueron los momentos en los que el cerebro aprendía y mejoraba todo lo ensayado en los momentos de práctica. También descubrieron que las regiones que más se activaban eran las involucradas en el movimiento y la representación de secuencias.

La vigilia

Otros datos aportados por este estudio señalaron que, durante la aplicación de estas técnicas de aprendizaje, en las primeras etapas de asimilación los voluntarios fueron capaces de reproducir la información entre 5 y 6 veces en esos 10 segundos de práctica. Sin embargo, durante el periodo de descanso de la vigilia, llegaron a realizar 25 repeticiones, es decir, 5 veces más.

Para que esto ocurra, nuestro cerebro debe encontrarse en un periodo de vigilia, ya que en el estudio se señaló que esto reforzaba las asociaciones hipocampales y neocorticales aprendidas durante la práctica. Es como si nuestro cerebro utilizase este tiempo de descanso para amplificar los efectos de la práctica y consolidarlos en la memoria. Este estudio abre además, nuevos caminos para optimizar todo tipo de técnicas de aprendizaje.