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El antepenúltimo día de la Semana de la Moda masculina de París acogió los desfiles de Dior y Balmain, dos de las firmas de alta costura de mayor renombre y prestigio.
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Street style se queda atrás, junto con los colores fosforitos y el chándal.
Kim Jones, diseñador de Dior, propone un estilo futurista, aunque renunciando al plateado en muchas de las prendas, consiguiendo igualmente el concepto que se buscaba: el futuro ya está aquí. Las prendas, de corte recto, son aptas para los más arriesgados de la moda e incluso para los de estilo más clásicos.
Otra novedad que Dior incluyó en su desfile parisino, nunca visto en ningún otro, es la forma en la que se lucieron las prendas. Y es que, en este caso, el objetivo no era caminar, sino posar. Los modelos se mantenían estáticos encima de una cinta transportadora, dando la ilusión óptica a los allí presentes de que flotaban, todo relacionado con la temática de su nueva colección.
Por otro lado, Balmain presentó su nueva colección unisex, dejando atrás las diferencias entre hombres y mujeres de tal manera que ambas siluetas parecían similares.
La estrella de la colección fue el traje, en este caso, las propuestas eran más formales que en el caso de Dior, utilizando multitud de tejidos para obtener resultados totalmente diferentes como el cuero, los detalles de acabado metálico o el terciopelo.
Su estilo, sobrio y minimalista, encaja perfectamente con la elegancia que intenta transmitir la marca desde sus inicios.
Imágenes de footwearnews.com.
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