¿En qué consiste el desequilibrio de líquidos y qué tiene que ver con la deshidratación?

Nos encontramos en pleno verano y los termómetros no dan tregua. En las noticias ha llegado la época en la que nos dan una serie de recomendaciones para evitar la deshidratación, los peligrosos golpes de calor y la mejor manera para pasar las fatigas del calor. Sin embargo, muchas veces beber agua no parece ser suficiente. No sentimos que nuestro cuerpo esté bien hidratado y parece que el agua igual que entra sala. ¿Podría haber alguna causa?

Nuestro cuerpo es sabio. Después de millones de años de evolución es capaz de regularse y automatizar funciones. Por ejemplo, nuestro cuerpo, que es 70 % agua, necesita líquido para funcionar y estar sano. Es capaz de equilibrar toda el agua que entra o sale de nuestro cuerpo para que nos mantengamos funcionales. Sin embargo, puede llegar a un desequilibrio de líquidos que puede llegar a traducirse en deshidratación, a pesar de que bebamos agua.

El desequilibrio de líquidos y la deshidratación

Podemos hablar de desequilibrio de líquidos cuando nuestro cuerpo pierde más agua o líquido del que consume, esto es lo que nos lleva directamente a una deshidratación que podría complicarse. Pero también se entiende por este concepto al efecto contrario: cuando nuestro cuerpo no es capaz de eliminar los líquidos o el agua que consumimos, y puede ser igual de grave. Pero, ¿Cómo se genera este desequilibrio y cómo lo solucionamos?

Según la Biblioteca Nacional de Medicina, el desequilibrio de líquidos puede llegar a darse cuando nuestro cuerpo se enfrenta a una cirugía, ya que tendemos a retener líquidos. Por el contrario, cuando pasamos por episodios de diarrea o vómitos la deshidratación es uno de los principales riesgos a los que nos enfrentamos, ya que estamos eliminando grandes cantidades de líquidos sin una reposición adecuada porque nuestro sistema no está trabajando bien.

Pero también puede deberse a patologías médicas que son necesarias revisar. Como las insuficiencias renales, es decir, cuando nuestros riñones no están trabajando bien y no conseguimos eliminar los líquidos que nuestro cuerpo ha dejado de necesitar. También existe la posibilidad de que haya una carencia de la hormona antidiurética (HAD), que provoca el efecto contrario, es decir, que nuestros riñones eliminen un exceso de líquido que genera una sed extrema y por supuesto deshidratación.

El sodio y su papel

La sal es uno de los condimentos cotidianos más utilizados en nuestras dietas y juega un papel esencial en lo que respecta a la hidratación de nuestro cuerpo. La sal es nuestra principal fuente de sodio y potasio, y son estos elementos los que regulan los líquidos en nuestro cuerpo. Un bajo nivel de estos puede afectar a nuestra capacidad de retener líquidos y por tanto facilitar la deshidratación. Pero un exceso de los mismos, hará que retengamos demasiados. Una vez más la clave está en el equilibrio a la hora de consumir.