Tiempos salados, mentes olvidadizas: La sorprendente conexión entre el exceso de sal y la demencia

La mayoría de las personas consumen demasiada sal, superando la cantidad recomendada. Esto es preocupante porque el exceso de sodio en la dieta es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardíacas, que son la principal causa de muerte a nivel mundial.

La sal contribuye al desarrollo de enfermedades cardíacas principalmente al elevar la presión arterial, lo que a su vez aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral, así como aumentar la tasa de demencia.

Un estudio asegura que el consumo elevado de sal puede detonar en muchas enfermedades

El estudio encontró que el consumo elevado de sal está relacionado con un mayor riesgo de demencia. Utilizando ratones como sujetos de estudio, se descubrió que aquellos que recibieron agua salada durante 12 semanas mostraron un aumento en la presión arterial y en la fosforilación de la proteína TAU en el cerebro.

Además, se observaron niveles reducidos de ciertas proteínas, los cuales se revirtieron cuando se les administró un medicamento antihipertensivo llamado Iosartan. Estos hallazgos sugieren que el exceso de sodio en la dieta puede tener un impacto negativo en la salud cognitiva.

Hipertensión y demencia van de la mano

La asociación entre la hipertensión y la demencia no es nueva, y se sabe que existe una forma de demencia llamada demencia vascular que está directamente relacionada con la presión arterial alta. Sin embargo, los mecanismos específicos de cómo el consumo excesivo de sal afecta al cerebro son novedosos.

Es importante tener en cuenta que este estudio se realizó en modelos animales y no tiene aplicaciones clínicas directas. No obstante, los resultados sugieren que algunos de los daños causados por la hipertensión podrían ser reversibles mediante el uso de medicamentos antihipertensivos. Esto plantea la posibilidad de que el tratamiento adecuado de la presión arterial alta pueda tener un impacto positivo en la salud cerebral.

Sustitutos para dar sabor a tus comidas

Para reducir el consumo de sal y, por tanto, el riesgo de demencia, se recomienda limitar el consumo de alimentos ultraprocesados, que suelen ser ricos en sal, y acostumbrarse a cocinar con cantidades moderadas de sal. Sin embargo, es importante tener en cuenta las alternativas más y menos saludables.

La sal hiposódica es un producto que tiene un contenido reducido de sodio, pero suele reemplazarlo con cloruro de potasio. Sin embargo, su consumo excesivo puede llevar a la hiperpotasemia en personas con problemas renales. Aunque puede ser una opción para aquellos que necesitan reducir su consumo de sodio, lo ideal es acostumbrar al paladar al sabor real de los alimentos y evitar un exceso en su consumo.

Las hierbas y especias aromáticas como la pimienta, el orégano, el cilantro, el tomillo, el perejil, el comino y el curry son excelentes opciones para potenciar o modificar los sabores de los alimentos sin necesidad de añadir sal.

El zumo de limón y otros cítricos, así como el ajo y la cebolla en polvo, también pueden ser utilizados como condimentos para reducir el contenido de sal en los platos.

Por otro lado, la salsa de soja no se recomienda como sustituto de la sal de mesa, ya que suele ser rica en sodio. Aunque existen variedades bajas en sodio, es preferible optar por especias y hierbas aromáticas más adecuadas.

En general, es importante educar al paladar para disfrutar del sabor real de los alimentos y reducir gradualmente el consumo de sal, utilizando alternativas saludables para condimentar nuestras comidas.