Día Mundial de la Alimentación: Imagina un mundo sin hambre

La crisis sanitaria nos ha traído de vuelta la importancia de la alimentación. Antes de que llegase la pandemia, era algo a lo que no prestábamos mucha atención, pues cada día, a cualquier hora y en cualquier lugar podíamos acceder a un plato de comida.

El confinamiento y la falta de productos de primera necesidad nos ha dejado en un punto de reflexión, sobre las cosas que de verdad importan y aquellas que son básicas y que cubren nuestras necesidades.

Y a pesar de darnos cuenta de esto, parece que seguimos sin ver que algo tan sencillo como una comida al día no es accesible para muchas otras personas.

Día Mundial de la Alimentación: La importancia de preservar el acceso a buenos alimentos

Por ello, en el Día Mundial de la Alimentación es muy importante preservar el acceso a alimentos inocuos y nutritivos, cosa que es una parte esencial en respuesta a la crisis sanitaria.

Las personas más pobres y vulnerables han sufrido en mayor medida el impacto de la pandemia, y son lo que quedarán más afectados por el trastorno económico ocasionado.

Apoyar y reconocer la necesaria labor de agricultores y trabajadores del sistema alimentario, garantiza su puesto de trabajo y su sustento económico y que los alimentos lleguen de la granja a la mesa.

Pero la pandemia no es el único problema que asola a la alimentación, sino que nos encontramos con la sombra del gran desequilibrio de nuestros sistemas alimentarios. Estos son solo algunos de los problemas que muestran el desequilibrio:

• Hambre
• Obesidad
• Degradación ambiental
• Pérdida de diversidad agrobiológica
• Pérdida y desperdicio de alimentos
• Falta de seguridad para los trabajadores de la cadena alimentaria

A la par que los países buscan dar solución a la pandemia con los planes de recuperación, también se puede aportar soluciones innovadoras, basadas en la evidencia científica que reconstruyan los sistemas alimentarios.

Un llamamiento a la solidaridad

Este día también quiere servir para que pongamos los ojos en las personas más vulnerables, para hacer que los sistemas alimentarios sean fuertes y resilientes para que soporten la volatilidad y los cambios climáticos.

Además, también se pretende compartir dietas saludables, asequibles y sostenibles para todos y lo que es muy importante, medios de vida dignos para los trabajadores de la cadena alimentaria.

Será necesaria la implementación de regímenes de protección social mejores, oportunidades a través de la digitalización, el comercio electrónico y las prácticas agrícolas sostenibles

Todos los países, el sector privado y nosotros mismos tenemos que garantizar que los sistemas alimentarios sean capaces de cultivar una variedad de alimentos que consigan nutrir a una población que sigue creciendo y a la vez, que preserven el planeta.

Conseguir una alimentación saludable y sostenible es posible si todos ponemos de nuestra parte, a pesar de que los tiempos no soplen a favor.