El cáncer de mama afecta a 1 de cada 8 mujeres

Cada 19 de octubre se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama, cita que pone de relieve el compromiso de toda la sociedad en la lucha contra esta enfermedad.

Un diagnóstico de cáncer de mama es un mazazo de tal magnitud en la vida de cualquiera que muchas personas no saben cómo gestionarlo. En ocasiones, con toda la buena intención del mundo agravan el problema en lugar de aligerar la carga de las pacientes.

Circula la información de que los aros de los sujetadores, la cafeína o la depilación de las axilas son factores de riesgo para el desarrollo de un cáncer de mama. Pero no existe evidencia científica de que sean factores de riesgo para su aparición. Lo que sí ha confirmado la medicina es la tendencia a padecerlo en personas con una determinada edad, sexo y expuestas a ciertos cambios hormonales. 

Una de cada ocho mujeres sufrirá cáncer de mama a lo largo de su vida

Una mujer que podría ser vecina, compañera de trabajo, amiga, madre o hermana. Cada año se diagnostican unos 30.000 nuevos casos en España y, hoy en día, según datos del Observatorio del Cáncer de la AECC, 132.007 mujeres tienen cáncer de mama en todo el país, con una alta incidencia a partir de los 60 años.

El cáncer de mama es el segundo tumor con más incidencia en España y la primera causa de muerte femenina. En 2020 se diagnosticaron 33.000 nuevos casos pero, precisamente, es el descubrimiento temprano de la enfermedad, lo que puede cambiar su signo. 

La detección precoz, esencial

Es un tipo de cáncer en el que la detección precoz o cribado tiene un papel esencial, ya que existe una prueba sencilla y accesible que permite encontrar lesiones mamarias malignas hasta 2 años antes de que sean palpables.

A lo mejor todo sería más fácil si los ensayos clínicos fueran más accesibles, si alrededor del 20 % de las mujeres que tienen cáncer de mama metastásico (el más mortífero de todos) tuvieran las mismas oportunidades de vida sin importar la comunidad autónoma en la que vivas, quizá así sería más fácil.

Estos son los síntomas, causas y tipos de cáncer de mama

No todo es la genética. Las decisiones que tomamos a diario tienen un impacto muy importante en nuestra salud. También en el riesgo o protección frente a un cáncer. Se trata de una enfermedad muy compleja y multifactorial en la que entran en juego una combinación de características individuales, como la edad, sexo y los genes; factores externos (contaminación, virus, radiación UV, etc) y de estilo de vida.

Estos son algunas de las advertencias de la enfermedad, según publican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades:

• Un bulto en la mama o la axila (debajo del brazo).
• Aumento del grosor o hinchazón de una parte del pecho.
• Síntomas de irritación o hundimientos en la piel de la mama.
• Descamación o enrojecimiento en la zona del pezón o en la propia mama.
• Secreción del pezón, incluso de sangre, que no sea leche.
• Cualquier cambio en el tamaño o la forma del pecho.
• Dolor en cualquier parte de la mama.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades señalan que el riesgo de sufrir cáncer de mama puede deberse a una combinación de factores: mujeres mayores de 50; mutaciones genéticas; un inicio temprano de la menstruación y comienzo de la menopausia después de los 55 años; mamas densas; antecedentes personales de cáncer de mama; familiares...

Los tipos más comunes de cáncer de mama son:

• El carcicoma in situ. Se trata de la proliferación celular maligna que se produce en el interior del conducto mamario, sin traspasar la pared del mismo, esto quiere decir que se genera sin invasión o infiltración del tejido que lo rodea.
• El carcicoma invasivo o infiltrante. Es la proliferación celular maligna que si traspasa la frontera natural anatómica del ducto o el lobulillo, invadiendo el tejido circundante. Hay dos tipos de cáncer de mama invasivo: los carcinomas ductales, que se originan en las células que cubren los conductos galactóforos (por donde circula la leche hacia el pezón); y los carcinomas lobulillares, se forman en las células de los lobulillos mamarios, donde se produce la leche.

Pero, ¿cómo se puede realizar una autoexploración? 

El primer paso comienza con una inspección visual de los pechos, siguiendo los siguientes pasos recomendados por los expertos de la Clínica Mayo:

• Sentarse sin camiseta ni sujetador frente a un espejo con los brazos en los costados. 
• Mirar al espejo y observar si hay arrugas, alteraciones en el tamaño de los senos o si presentan simetría.
• Comprobar si los pezones están o no hundidos.
• Observar las mamas mientras ejerces presión sobre tus caderas con las manos.
• Observar las mamas mientras levantas los brazos sobre la cabeza y las palmas haciendo presión una sobre otra.
• Levantar los senos para comprobar si los pliegues son o no simétricos.

El segundo paso consiste en palpar las mamas para ver si hay alguna alteración: 

• Se puede hacer mientras estás recostada en una cama o sofá boca arriba. El tejido mamario se extiende y es más fácil de palpar.
• Utiliza las yemas de los dedos del medio, no las puntas.
• Prueba con distintos niveles de presión para sentir diferentes profundidades en el tejido mamario.
• Haz este autoexamen durante varios minutos con cuidado.
• Consulta con los profesionales si notas un bulto cerca de la axila, cambios en la forma de las mamas, pesadez, arrugas, protuberancias, cambios en el pezón, hinchazón, dolor, picazón o cualquier otro síntoma anormal.