La divulgación de imágenes o videos sexuales sin consentimiento puede llevar penas de prisión de tres meses a cinco años, según el artículo 197 del Código Penal, aunque si solo se difunden textos, no se considera un delito.
Llegar a difundir imágenes de personas fallecidas sin su consentimiento no solo es una falta de respeto, sino que también puede suponer años de cárcel y multas de miles de euros.