Según un estudio publicado por la Universidad de Cambridge, apenas el 3 % de los ecosistemas terrestres en superficie pueden considerarse realmente "intactos" ante los peligros tanto de la actividad humana como de los efectos medioambientales.
Según la clasificación mundial de países con mayor número de humedales, España se encuentra en la tercera posición con un total de 76 humedales, entre ellos el de Doñana, el cual se encuentra en peligro.
Al igual que los animales necesitan de la vegetación, también ocurre a la inversa. La falta de fauna en los ecosistemas vegetales pueden provocar daños en la flora, e incluso provocar la redistribución vegetal.
Existen áreas geográficas que se convierten en zonas protegidas desde un punto medioambiental debido a su fauna y flora, lo que les convierte en espacios aislados de la actividad humana para evitar su deterioro biológico y ecológico.