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Según un estudio publicado por la Universidad de Cambridge, apenas el 3 % de los ecosistemas terrestres en superficie pueden considerarse realmente “intactos”. Los autores señalan este dato como una 'estimación aproximada', pero a la vez sorprendente.
Un porcentaje más bajo que otras evaluaciones anteriores
El nuevo estudio publicado en Frontiers In Forests and Global Change y dirigido por el biólogo de la Universidad de Cambridge Andrew Plumptre, ha estimado que apenas el 3 % del total de ecosistemas terrestres en superficie pueden considerarse realmente “intactos”. Estas conclusiones han causado controversia en otros científicos, quienes aseguran que la estimación ha sido minimizada.
Plumptre insiste en que la estimación no se ciñe solo en imágenes por satélite, sino que está completada con observaciones en tierra, incluida la información sobre la pérdida o extinción de especies en los últimos 500 años.
Para llegar a este nuevo dato acerca de este tipo de ecosistema, los investigadores de Cambridge utilizaron mapas de rastre de un total de 7.000 especies (mamíferos, aves, reptiles y anfibios). Por eso, el estudio no afirma que solo quede un 3 % de la superficie terrestre sin “tocar” debido a la actividad humana, sino que las propias especies, plagas y enfermedades también pueden alterar los ecosistemas terrestres sin llegar a producir una destrucción de los hábitats en relación a la actividad humana.
¿Cuáles son los verdaderos motivos de la destrucción de los ecosistemas terrestres?
El reciente estudio no culpa a la actividad humana de la desaparición de los ecosistemas terrestres, aunque muchas acciones sí modifican estos territorios llegando a provocar su total desaparición:
- Cambios en el uso de la tierra y el mar: la extracción de recursos a nivel global ha sido uno de los mayores impactos en los ecosistemas terrestres y de agua dulce. En total cerca de un tercio de la superficie terrestre y casi tres cuartas partes de los recursos de agua dulce se destinan a la agricultura o a la ganadería.
- La deforestación: es una de las principales causas de la liberación de gases de efecto invernadero, además de la producción de cultivos y la fertilización.
- Las expansiones de carreteras, ciudades, represas hidroeléctricas y gasoductos.
- Explotación directa de toneladas de recursos renovables y no renovables de forma anual.
- Cambio climático.
- Contaminación a partir de plásticos y acidificación de los océanos.
Proteger el 30 % de la superficie terrestre para 2030
Con el objetivo de proteger el 30 % de la superficie terrestre para el 2030, el profesor Plumptre señala que “obviamente, devolver la integridad ecológica al 30 % del planeta, ayudaría a hacerlo más resiliente ante el reto del cambio climático. Pero es lo mínimo que necesitamos para preservar la biodiversidad y frenar las extinciones”.
Por ello, es importante tener en cuenta el programa Zonas Clave de Biodiversidad para proteger los ecosistemas terrestres y su hábitat, pero también cooperarnos con las organizaciones ambientalistas existentes para identificar aquellos lugares que necesiten ser conservados ante un peligro que acecha día a día su territorio.
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