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Un grupo de docentes de la Universidad de Sevilla (US) defienden la educación pública presencial y exigen que "la situación excepcional a causa de la COVID-19 no sea el primer paso para el desmantelamiento de la educación pública en todas sus etapas".
Reclaman la defensa de la educación pública presencial
La situación de emergencia sanitaria provocada por la COVID-19 ha supuesto un enorme reto para el sistema educativo en España, traducido en la posibilidad de ofrecer clases virtuales en un escenario excepcional de confinamiento.
Ocho profesores de la Universidad de Sevilla procedentes de diversas disciplinas han firmado y publicado un manifiesto en el que reclaman la defensa de la educación pública presencial ante la amenaza de que la excepcionalidad se convierta en normalidad.
El manifiesto ha sido firmado en Change.org por casi 1.700 personas
En dicho manifiesto se expone cómo las instituciones, desde el Ministro de Universidades hasta los gobiernos autonómicos, ya han dado indicios de querer modificar el modelo actual de enseñanza como muestra el intento de transformación en las universidades gallegas o el recorte anunciado por la Junta de Andalucía.
"Una estrategia que se une al triunfalismo mediático y político, compartido por gran parte de partidos de todo el espectro ideológico, que es irreal a la vista de las muchas deficiencias ocasionados por el modelo virtual, constatadas por profesores y alumnos", asegura el manifiesto.
La educación virtual en la enseñanza obligatoria, Bachillerato y Universidad
El manifiesto se encuentra en la plataforma Change.org y ya ha sido firmado por casi 1.700 personas. Desde el escrito se denuncia la intención de querer estandarizar el concepto de “Universidad para pobres”, entendida ésta como una universidad masificada y básica en sus contenidos acompañada de un encarecimiento de los posgrados para una duración de dos años.
Según estos profesores, "el resultado agrandará una brecha de clase en la que las élites podrán disfrutar de los beneficios de una educación presencial, completa y personalizada frente a la ciudadanía de a pie que sólo accederá a contenidos generales, estandarizados. Producto de ello será la postergación de estas élites en los puestos de liderazgo, cercenando la igualdad de oportunidades".
La tecnología debe ser un instrumento metodológico añadido
Los firmantes del manifiesto exponen que esta amenaza se circunscribe a todas las etapas del sistema educativo, no solo al universitario. Prueba de ello es cómo se ha experimentado con la enseñanza obligatoria y bachillerato provocando la extenuación del personal docente en escuelas e institutos. No solo eso, sobre las familias ha recaído un gran peso de la responsabilidad complicando la conciliación laboral y cotidiana en las casas.
El escrito expone el temor a un nuevo paso que debilite la enseñanza pública, ya mermada por un Plan Bolonia que "fomentó la mercantilización y la precariedad de la enseñanza universitaria". Una mercantilización en la que podría entrar el interés del sector informático para la implantación tecnológica que desvíe los recursos en detrimento de la contratación de más personal docente, señala el manifiesto.
Los profesores invitan a secundar el manifiesto en las redes sociales
Los firmantes defienden la tecnología como un “instrumento metodológico añadido”, pero nunca como “el eje conductor de un sistema educativo”. "Los efectos de esta situación redundarán en un grave riesgo para fomentar el pensamiento crítico en un mundo cada vez más complejo".
Finalmente, el manifiesto pide que se sumen a esta reclamación madres, padres, y alumnado, así como el resto de ciudadanos, colectivos, sindicatos, asociaciones o entidades que compartan esta preocupación acerca del futuro de la educación pública presencial para así poder dar “una respuesta social adecuada”. El manifiesto se puede consultar y firmar pinchando aquí.
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