¿Qué pasa con la educación ante emergencias humanitarias?

Los niños y niñas de Siria y Turquía son víctimas directas del terremoto, y con ellos su educación también se encuentra en grave situación.

Desde la ONG de infancia Educo señalan como esta emergencia humanitaria causará consecuencias devastadoras en la educación de la infancia de ambos países.

El derecho a la escolarización es el primero que se pierde cuando ocurren guerras o catástrofes humanitarias de este calibre, además de ser el último que se recupera, según Educo.

La Educación pasa a último plano en las catástrofes humanitarias

“En los primeros días de una tragedia como la sucedida en Turquía y Siria la prioridad es salvar vidas y asegurar la alimentación, la protección y el bienestar de todas las personas, especialmente de la infancia. Sin embargo, también es urgente y es vital para el presente y futuro de los niños y niñas preservar su acceso a la educación. Poder aprender en un entorno seguro y relacionarse con sus compañeros y compañeras les permite seguir aprendiendo, estar en un espacio en el que tienen la posibilidad de compartir sus vivencias y recuperar cierta “normalidad”. Esto es muy importante para que puedan mitigar las consecuencias del shock que acaban de vivir. Ellos y ellas nos lo piden”, explica Pilar Orenes, Directora General de Educo.

Alianza ChildFund lleva desde que se inició la guerra en 2011, trabajando en Siria, centrando su labor en aportar una educación segura e inclusiva de niños y niñas.

Desde lo acontecido en este territorio por la grave catástrofe natural acontecida, las escuelas se encuentran cerradas de forma temporal, por lo que su derecho a la educación está afectado.

“Millones de niños y niñas no pueden estudiar. No solo aquellos que han visto arrasadas sus vidas por el terremoto, sino también los del resto del país. Después de años de guerra, tras pasar una pandemia como la COVID-19 y un brote de cólera, vuelven a quedarse, una vez más, excluidos de la educación. Este es un sector que desde el inicio de la crisis de Siria en 2011 está en constante emergencia y la llegada del terremoto no ha hecho más que aumentar los retos”, afirma la Directora de la organización.

Una crisis que se suma a otra crisis

En el caso de Siria, es un país que lleva 12 años en crisis, y ahora, el terremoto, a sumado más de 4 millones de personas que dependían de ayuda humanitaria, entre ellos, una gran parte niños, niñas y mujeres.

En Alepo, es donde ChildFund lleva desarrollando sus actividades todo este tiempo, y ahora, en una zona devastada, dónde más de 3.000 personas han fallecido, se encuentran repartiendo materiales de primera necesidad. La enseñanza está paralizada, pues más de 37 escuelas han sufrido daños parciales y 3 han quedado destruidas.

Además, cabe destacar que 14 de las escuelas que siguen en pie sin daños, se usan como albergues temporales para las familias.

El caso es que, se están desplazando familias a otros lugares del país, lo que está siendo todo un reto, ya que un lugar dedicado a la enseñanza no está preparado para aumentar el número de alumnado, y más para acoger a menores que salen de una situación tan crítica, y es que el apoyo psicosocial es de vital importancia en estos momentos.

La próxima semana se celebrará la única conferencia internacional dedicada a la educación en emergencias, Education Cannot Wait. La ONG considera que "ahí los donantes tendrán que demostrar su compromiso con esta agenda". La organización recuerda que "cuando los niños y niñas abandonan la escuela temporalmente por una catástrofe como la de Siria y Turquía, es muy difícil que retomen sus estudios si no se toman las medidas necesarias cuanto antes".