El discurso político y la realidad

Vistos los últimos acontecimientos en Sudamérica en general, parece que nos encaminamos hacia un período de inestabilidad en todos los frentes. Esto amenaza con destruir los meritorios y positivos avances que se habían ido alcanzando durante pasados años, lo cual es una perspectiva penosa, dada la importancia que dicha zona, especialmente para los españoles, tiene de cara a alcanzar una deseable paz y prosperidad mundiales.

De nuevo, intereses bastardos, ajenos en gran parte a sus sufridas poblaciones, están abriendo brecha

Aprovechando así las múltiples carencias que todavía padecen, dificultando cualquier posible solución razonablemente alcanzable para corregir las permanentes y endémicas lacras de dichas sociedades.

Lo que más me sorprende, por otra parte, es que muchos y predominantes comentaristas, analistas, estudiosos y políticos en España, sigan ciegos y sordos ante la única realidad que se deduce simplemente de observar los hechos y sacar las consecuencias; favoreciendo con ello la extensión de un tupido manto para ocultar la trágica  situación de dichos pueblos, tan intima y orgánicamente unidos a nuestro país. Sería suficiente con ver lo que pasa y no cerrarse a románticas ensoñaciones juveniles de un trasnochado “castrismo” de épocas pretéritas. Las personas deben evolucionar y la experiencia unida a un mínimo sentido común debe orientarnos en la vida para no seguir sistemáticamente metiendo la pata.

Estamos asistiendo a una manipulación de los hechos tan burda que sorprende que haya alguien capaz de tergiversarlos hasta el punto de que dicho discurso pueda ser tomado en serio. Salvo que asumamos que la ciudadanía sea absolutamente incapaz de tener ideas propias o esté obnubilada por una ideología...  No hace falta ser una lumbrera para descubrir como distan muchas de sus afirmaciones sobre los regímenes políticos en cuestión o sus proyectos sociales para darse cuenta de que son el desastre más evidente para la mayoría de sus ciudadanos.

La próxima visita oficial del Jefe del Estado en la figura del Rey de España a Cuba, es un insulto para tantísimos españoles ofendidos y saqueados por ese régimen, así como para la propia población cubana, tanto la exterior, un tercio del país ha tenido que exilarse, como la interior que todavía padece miseria y opresión. Esta fijación de una izquierda montaraz hispánica, que sigue aferrada a caducos conceptos de marxismo extraterritorial con dichos regímenes, parece una maldición no solo para los que padecen dicha opresión en sus países, sino para lo propios intereses españoles a nivel internacional. Hay que ser transparentes a lo hora de alinearse y de reconocer quienes son de verdad los posibles amigos, con las reservas lógicas, y aquellos que son claramente nuestros contendientes y que nadie me quiera convencer que el mundo no sigue dividido en bloques, tendrán otro color o un formato diferente, pero siguen siendo intereses contrapuestos, cada cual buscará los suyos, los nuestros están claramente en Sudamérica y del lado de aquellos que buscan la libertad y el progreso de verdad, no de aquellos que so capa de crear un paraíso en la tierra acaban por imponer un infierno.

Por mucho que una ideología nos condicione la terca realidad es la que es

Estos nuevos experimentos demagógicos de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Méjico… No hay que olvidar los intentos de desestabilizar a Chile, el país que indiscutiblemente, con las cifras y los datos en la mano, más ha progresado respecto a todos sus vecinos en los últimos años. Este ejercicio de desestabilización no es inocente, está muy bien dirigido, y deberíamos resaltarlo más, para que a nadie se le pase por alto, es un intento deliberado de imponer regímenes dictatoriales de corte marxista en todo el continente sur. Si consiguieran sus propósitos, ya sea por activa o pasiva, gracias a la inacción de nuestras propias estructuras políticas, sería la mayor desgracia que podría ocurrirle a estos países:  por experiencia  hemos visto que a mayor presencia de dichos elementos marxistas y anti sistema en una sociedad sudamericana,  mayores son las carencias y mayor es la emigración al norte, quedándose  únicamente personas con  una capacidad muy limitada para gestionar al país en términos generales, con lo que acabarían  condenados a la miseria perpetua; mientras paradójicamente E.E.U.U. se beneficiaría increíblemente de esa inmigración de alta calidad, al ser lo mejor de dichas naciones lo que estaría entrando por sus fronteras. Los cubanos en E.E.U.U. y los venezolanos ahora lo acaban de demostrar.

Si alguien piensa que esto no es así, que en la Venezuela de Madura, deberíamos decir de Diosdado Cabello, cuya hija está en China Comunista, se come magníficamente  tres veces al día,  no tiene más que ver en qué dirección se dirige la corriente migratoria, de sur a norte, vota con los pies, y no solo son los adinerados,  sino precisamente son los más humildes en busca de un futuro. Es muy serio lo que puede llegar a producirse: un vaciado de población activa productiva, seguida de una generación educada en ese régimen que mayoritariamente, en cuanto tenga las condiciones apropiadas se marchará igualmente, con lo que estamos condenando a un continente al perpetuo subdesarrollo, al caos del narco y la corrupción. Por ello no se debe  contemporizar con dichos estados o regímenes, sino denunciarlos y proteger a las víctimas que generan.

Alguien debería recordarle a su Majestad el Rey, que representa a los españoles, los cuales muchos han sufrido, ellos y sus descendientes en la isla, así como muchos emigrados a la propia España, aun hoy,  persecución y  que su presencia oficial junto al régimen de Cuba no es homologable con los principios que defiende, al menos teóricamente, la Unión Europea.