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Managua, 20 abr (EFE).- La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, confirmó el fallecimiento de tres personas en los enfrentamientos por la reforma del Seguro Social y ordenó una investigación y castigo a los culpables.
En una declaración excepcional pasadas las 23.00 hora local (05.00 GMT) a través de los medios del Gobierno, la Primera Dama calificó estas muertes como "crímenes de odio".
"Por esos crímenes nosotros demandamos castigo, por esos muertos nosotros demandamos castigo. La Policía Nacional tiene que investigar cómo murieron estos nicaragüenses y tiene que castigar a los culpables porque no pueden quedar estos crímenes en la impunidad", indicó.
La dignataria señaló que Nicaragua está siendo mancillada por malos hijos, gente mezquina y de alma pequeña "que no reparan en nada, no piensan en nada y no consideran a nadie".
Según Murillo, "Nicaragua no quiere volver a manchar la bandera azul y blanco con sangre de hermanos. Es un crimen".
"Tanto nos costó, y ahora sin pudor, sin vergüenza alguna trabajan porque quieren reinstalar la violencia como herramienta de esas mezquinas batallas que se tienen algunos", añadió.
La vicepresidenta tildó de "seres mezquinos, seres mediocres y seres pequeños" a los culpables, y les advirtió de que "ese odio no va a contaminar este país y eso tengámoslo claro".
La dirigente expresó su solidaridad a las familias de las víctimas y criticó la invención de más muertes por parte de los movimientos opositores.
"Aquí estamos condenando la pérdida de tres hijos de Nicaragua, el crimen cometido contra tres hijos de Nicaragua y estamos condenando también los muertos falsos", indicó.
Además mostró su repulsa a los promotores de estos actos porque "parecen vampiros reclamando sangre para nutrir su agenda política, para alimentarse".
Nicaragua vivió hoy su segundo día de violencia tras unas controvertidas reformas a la Seguridad Social que aumenta la cuota patronal y laboral, y crea una nueva cotización para los jubilados.
Los enfrentamientos provocaron la muerte de tres personas, de acuerdo al Gobierno, y de cuatro, según los opositores.
Las manifestaciones también ocasionaron al menos 33 heridos y el cese de cinco noticieros de televisión.
Las nuevas medidas de seguridad social establecen que el pago que realizan los trabajadores al INSS pasa de 6,25 a 7 por ciento a partir del 1 de julio próximo.
También eleva de 19 a 21 por ciento la cuota patronal a partir de esa fecha, y 1 punto porcentual más a partir del 1 de enero de 2019 y 0,5 puntos porcentuales a partir de 2020, hasta alcanzar un 22,5 por ciento.
Además, ahora los jubilados tendrán que aportar un 5 por ciento de la pensión en concepto de cobertura de enfermedades.
Las medidas han sido criticadas por todos los sectores económicos, tanto empresariales como expertos, quienes afirman que las mismas, lejos de evitar la quiebra del seguro social, traerán desempleo e informalidad, a la vez que disminuirá el consumo, la competitividad y el clima de negocios.
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