El Gobierno kosovar admite riesgo de ruptura por la crisis con Serbia

Belgrado, 31 ene (EFE).- El primer ministro de Kosovo, Ramush Haradinaj, insistió hoy en que su país mantendrá los aranceles del 100 % impuestos a los productos serbios y bosnios, pero reconoció que la tensión interna generada por este bloqueo comercial puede provocar la caída del Ejecutivo de esta ex provincia serbia.

"La decisión sobre los aranceles es una decisión soberana del Gobierno de Kosovo", aseguró Haradinaj tras reunirse hoy en Pristina con Phillipe Kosnet, embajador de Estados Unidos, país que, junto a la Unión Europea (UE) reclama que se eliminen esos aranceles, que violan un acuerdo de libre comercio regional.

Haradinaj opinó que esta guerra comercial no supone un obstáculo a las negociaciones que Kosovo y Pristina mantienen, bajo mediación de Bruselas, para normalizar sus relaciones, según informa la agencia Tanjung.

Tampoco descartó hoy que la coalición en poder se desintegre en los próximos días, lo que provocaría la convocatoria de elecciones anticipadas.

"Estamos en medio de verdaderos procesos políticos, todo es posible en los próximos días y semanas, pero primero habría que resolver algunas cosas importantes, como adoptar el presupuesto", señaló el primer ministro kosovar según ese medio.

El Gobierno kosovar pidió el lunes a Estados Unidos y a la Unión Europea la celebración de una conferencia internacional para solucionar la crisis con Serbia, y exigió que la ONU reconozca la soberanía de esta exprovincia serbia como condición para acabar con la guerra comercial que le enfrenta a Serbia y Bosnia.

Aunque la mayoría de los socios de la UE y EEUU reconocen la independencia de Kosovo, declarada de forma unilateral en 2008, China y Rusia siguen sin hacerlo.