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Pese a la lluvia y a la baja temperatura, el partido del Real Madrid ante el Sevilla reunió a 68.302 espectadores. Rompió una racha de cinco partidos sin superar la barrera de los 60.000 con los dos equipos necesitados de una victoria y de demostrar a sus respectivas aficiones que saben a lo que juegan.
Goles, resumen y resultado del partido
Machín salió con todo lo que tenía, lo mismo que Solari. Aunque en el caso del argentino, con todo lo que cuenta para él porque dejó a Isco y Marcelo en el banquillo.
El Real Madrid se tomó el partido como si fuese una final y salió a morder al Sevilla. Vinicius pudo marcar en ese período de domino blanco que acabó con una clara ocasión de Escudero, que pudo adelantar al Sevilla en el minuto 22 de partido y que volvió a generar ese 'runrún' entre la afición blanca la cual presagiaba un desastre.
El partido cambió de panorama y los de Machín pasaron a controlar el balón y con él, el partido. El Sevilla dominó sobre el terreno de juego pero no así sobre el marcador ya que con el 0-0 llegaría al descanso.
La segunda parte comenzó igual que la primera, con un Madrid dominador y creador, y con un Sevilla esperando su momento para adelantarse en el marcador. Sin embargo, ese momento nunca llegó.
El Madrid obligó a Vaclík el portero sevillista a emplearse al máximo para evitar el gol madridista. Los minutos pasaban y el gol blanco parecía que no quería entrar para desesperación de un Bernabéu que apretaba cada vez más.
Los intentos blancos se estrellaban en la defensa del Sevilla o en el larguero, como un disparo de Ceballos.
Fue en el minuto 78 cuando un zapatazo de Casemiro quitaba las telarañas de la portería del conjunto de Nervión y adelantó al Real Madrid en una alarde de felicidad y celebración en el feudo blanco. A partir de entonces, la conexión entre equipo y afición fue total y con ello, pocos minutos más tarde, Modric aprovecharía un error de la defensa sevillista para poner el definitivo 2-0 en el luminoso.
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