El populismo rompe el Pacto de Toledo y la reforma de las pensiones queda en el limbo

La llamada a las urnas anunciada el pasado viernes por Pedro Sánchez ha convertido en baza electoral todo trámite y proyecto de ley vivo hasta el próximo 5 de marzo.

El Pacto de Toledo ha dado por rotas las negociaciones

Tras años de trabajo, el Pacto de Toledo ha dado por rotas las negociaciones para cerrar unas recomendaciones que debían servir para orientar una reforma que garantizase la sostenibilidad y suficiencia de las pensiones.

Estas son las recomendaciones más destacadas que se quedan en el limbo tras la ruptura del pacto:

• Revalorización de las pensiones según el IPC real.
• Déficit de la Seguridad Social.
• Separación de fuentes de financiación.
• Aportación del SEPE.
• Deuda histórica.
• Se amplía el periodo de cálculo más allá de los 25 años a los que se llegará en 2022.
• Pensiones de viudedad que deben mejorar para mayores de 65 para los que sea su principal fuente de ingresos.
• Incremento en pensiones mínimas.
• Edad de jubilación sobre la edad legal.
• Concretar qué es una pensión suficiente.
• Situar la dotación mínima del fondo de reserva en el 7 % del gasto anual en pensiones contributivas y sujetarlo a una regla endurecida de disponibilidad.
• El Estado debe compensar la falta de cotización de colectivos.
• Lucha contra la economía sumergida.
• Fomento de planes de pensiones.
• Garantizar las carreras de cotización de los jóvenes que trabajan de forma discontinua y mejorar el control de la inspección de trabajo sobre los becarios.
• Que los autónomos coticen por sus ingresos reales.
• Culminar su integración en el Régimen General, analizando los incentivos.
• Que el Gobierno dé cuenta del cumplimiento de las recomendaciones del Pacto de Toledo e informe de las medidas que piensa implementar para cumplirlo.
• Impuesto al robot: encontrar mecanismos innovadores que complementen la financiación de la Seguridad Social, más allá de las cotizaciones sociales.