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En España, tener un empleo ya no asegura salir de la pobreza. Según un informe de Oxfam Intermón, cerca de tres millones de trabajadores (2.957.000) viven en pobreza laboral, a pesar de los avances en el mercado de trabajo. Actualmente, el 13,7 % de la población activa se encuentra por debajo del umbral de pobreza.
Contar con un empleo en España es sinónimo de pobreza
En España, contar con un empleo ya no es suficiente para evitar la pobreza. Un informe de Oxfam Intermón revela que casi tres millones de trabajadores (2.957.000) viven en pobreza laboral, a pesar de las reformas laborales, el aumento del salario mínimo y la reducción del desempleo. Actualmente, el 13,7 % de la población activa está por debajo del umbral de pobreza.
Esta situación afecta especialmente a los colectivos más vulnerables, como las personas migrantes, cuya tasa de pobreza laboral es del 29,5 %, más del doble que la media nacional. Los sectores agrícolas y de servicio doméstico también están entre los más afectados, con alrededor del 30 % de sus empleados en condiciones de pobreza.
A pesar de la creación de empleo, el modelo económico sigue fomentando trabajos precarios que no cubren las necesidades básicas. Sectores clave como la hostelería y la construcción presentan tasas de pobreza laboral superiores al 20 %.
Además, el trabajo a tiempo parcial y el autoempleo perpetúan la pobreza, afectando a una de cada cuatro personas y manteniéndolas atrapadas en la precariedad.
Andalucía encabeza la lista de pobreza laboral
El informe revela que, por comunidades autónomas, Andalucía encabeza las cifras de pobreza laboral, con un 19,4 % de su población activa en esta situación. Le siguen Extremadura y Castilla-La Mancha, con tasas del 17,2 % y 15,4 %, respectivamente.
La pobreza laboral no solo afecta a los individuos, sino también a las familias, que destinan entre el 67 % y el 79 % de sus ingresos al pago de la vivienda y otros servicios básicos, limitando así su capacidad para mejorar su calidad de vida.
El informe también resalta el impacto en los hogares con niños. Un 40 % de las familias numerosas y un 30 % de los hogares monoparentales se encuentran en pobreza laboral, lo que perpetúa un ciclo de desigualdad.
La falta de recursos ha obligado a muchas de estas familias a renunciar a servicios de salud esenciales, como tratamientos dentales o atención psicológica, lo que empeora aún más sus condiciones.
Además de las consecuencias económicas, la pobreza laboral tiene graves efectos emocionales en el empleo. Según Alejandro García-Gil, de Oxfam Intermón, vivir en estas circunstancias genera agotamiento y desesperanza.
Las personas atrapadas en este ciclo deben destinar casi todo su salario a necesidades básicas, sin espacio para el ocio o el descanso, lo que deteriora su salud mental y bienestar.
Oxfam Intermón destaca la necesidad de implementar políticas urgentes
Ante esta preocupante situación, Oxfam Intermón destaca la urgencia de implementar políticas que no solo se centren en la creación de empleo, sino que también aborden la mejora de la calidad de vida de los trabajadores.
La organización propone una reforma integral del sistema de prestaciones, un mayor acceso a la protección social y la promoción de condiciones laborales más justas que permitan a las familias mejorar su situación económica.
El informe de Oxfam concluye que, en un país con una economía en crecimiento, este progreso debe traducirse en mejores condiciones para todas las personas trabajadoras, garantizando que el empleo sea una verdadera herramienta para salir de la pobreza y vivir con dignidad.
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