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La nueva normalidad ha provocado la transformación de la sociedad en la que vivimos: no solo se han modificado las relaciones sociales sino también la forma de trabajar, las interacciones con la Administración e incluso el urbanismo, entre otros aspectos. En este sentido, las empresas se han dado cuenta de que deben desempeñar un papel más activo en la sociedad dando preferencia a nuevas estrategias sociales o asumiendo una responsabilidad más sostenible, tal y como se propone en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU.
Las empresas que no se comprometan con los ODS se quedarán atrás
Según un informe de PwC, siete de cada diez empresas afirman que tienen entre sus planes un compromiso serio con los ODS pero solo una de cada diez ha conseguido identificar las herramientas necesarias para evaluar el impacto. La competencia que facilita la globalización e Internet apremia para que las empresas marquen la diferencia comprometiéndose por la sostenibilidad para proteger el medio ambiente y el futuro de la humanidad.
Por eso, desde la consultora de desarrollo digital española Syntonize se propone una transformación social competitiva en la que las empresas cuiden el entorno, actúen de forma ética y aporten a la sociedad. “Tenemos que confiar en un nuevo modelo dentro del mercado que ayude a generar nuevas oportunidades de negocio, creando nuevos emprendimientos y generando empleo”, afirma Juan Quintanilla, director general de Syntonize. “Esta situación obliga a las empresas a renovarse apostando por la creatividad y la innovación, tanto usando nuevas herramientas como apoyándose en nuevas tecnologías que les ayuden a impulsarse y a crecer. Todo esto termina por convertirse en una ventaja competitiva ya que en última instancia se consigue la sostenibilidad social, económica y medioambiental”.
El área Tech for good de Syntonize promueve también el uso de la tecnología para mejorar el ambiente profesional con optimización de las capacidades organizativas, mayor conciliación o concienciación sobre salud mental, física y aspiracional, aspectos que redundan en un mayor bienestar de los trabajadores y en la transformación social.
Los ciudadanos, más concienciados que las empresas
Estudios como el llevado a cabo por la OCU muestran que tres de cada cuatro españoles toman decisiones teniendo en cuenta motivos éticos o la sostenibilidad, aunque admiten que se enfrentan con barreras de falta de información, precio y accesibilidad y, según PwC, nueve de cada diez ciudadanos cree imprescindible que las empresas se comprometan con los ODS.
Por eso, para comprometerse realmente con la sociedad en la que operan, las empresas deben empezar a medir el impacto social y medioambiental que generan y equilibrarlo con la rentabilidad financiera, ya que en el nuevo paradigma las dos variables están íntimamente ligadas en lo que se ha denominado las 3W del mercado: win para la empresa, win para los prescriptores (clientes, proveedores, accionistas) y win para el planeta y la sociedad.
De hecho, ya se habla de que índices clásicos, como el PIB, se complementen con otros como los que proponen los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que deberán incluirse en la estrategia de la compañía, fijando métricas concretas y un compromiso público. En concreto, el octavo Objetivo para el Desarrollo Sostenible habla de “promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos” y pone de manifiesto la necesidad de procurar desvincular el crecimiento económico de la degradación del medio ambiente, por un lado, y de mantener el crecimiento económico per cápita de conformidad con las circunstancias nacionales y, en particular, un crecimiento del producto interno bruto de al menos el 7 % anual en los países menos adelantados, por otro.
Tecnología para que las pequeñas y medianas empresas puedan seguir operando
En el caso concreto de las Pymes, la pandemia ha provocado que tengan que reorientar su modus operandi para adaptarse a las nuevas situaciones. Aunque en muchas ocasiones se han visto forzadas en los procesos de transformación digital, las empresas más innovadoras han conseguido mantener o incrementar el nivel de actividad y ahora pueden centrar su apuesta en la sostenibilidad y en la protección del medio ambiente, ya sea proponiendo productos de cercanía, utilizando medios de transporte no contaminantes, promoviendo la igualdad de género y el crecimiento económico inclusivo o produciendo de forma responsable.
De acuerdo con el informe de 2021 sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, además, la inversión en tecnología de datos es crítica ahora mismo para conseguir cumplir con los ODS. Las debilidades mostradas por la falta de información en la mayoría de los países del mundo durante la pandemia han incrementado las tasas de mortalidad y han tenido consecuencias devastadoras para la población. “La inversión en datos y en sistemas de información no es dinero malgastado”, advierte el informe, si queremos volver a acelerar la implantación de los Objetivos de Desarrollo.
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