La importancia del seguro RC profesional en las empresas TIC

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación, también conocidas como TIC, representan uno de los sectores más importantes en la estructura social contemporánea. Los increíbles avances de los que hemos sido testigos en el ámbito electrónico e informático han incentivado que surjan muchas empresas especializadas en este campo profesional. Ahora bien, si tienes pensado poner en marcha un negocio de dichas características o si, por el contrario, ya lo tienes en activo, es importante que valores la contratación de un seguro de Responsabilidad Civil (RC). Una apuesta por tu tranquilidad y por la de tus clientes, garantizando la máxima estabilidad corporativa en el desarrollo de tu actividad profesional.

En qué consisten los seguros de RC para empresas TIC

Un seguro, sea del tipo que sea, es un recurso clave para prevenir todo tipo de incidentes. En el ámbito empresarial, la Responsabilidad Civil representa una categoría de suma importancia para anticiparse a todos los conflictos derivados del desarrollo de la actividad realizada. Por consiguiente, es evidente que los negocios de las TIC deberían poner el foco en un buen Seguro RC Profesional para Tecnología e Informática.

Si bien es cierto que la tecnología ha evolucionado hasta alcanzar límites antaño impensables, también lo es que los errores están siempre encima de la mesa. Bien, pues con un seguro RC para las empresas TIC, estas compañías se pueden despreocupar de cualquier fallo que cometan para así evitar las consecuencias de dichos sucesos.

Son seguros generalmente flexibles que se adaptan a las necesidades concretas de cualquier corporación. De este modo, se pueden proteger los daños a terceros en productos concretos e incluso plantean la devolución de los honorarios en caso de que un cliente rescinda el contrato tras una reclamación cubierta.

Qué cubren los seguros RC en el mundo de las TIC

Ahora que ya tienes más claro en qué consisten los seguros de RC en el mundo de las TIC, queremos profundizar en el tema para abordar las coberturas concretas que plantean. Recuerda que cada cláusula es adaptable a tus necesidades, por lo que depende de ti elegir las modalidades que efectivamente den respuesta a tu cotidianidad empresarial.

Una de las áreas más destacadas de cobertura reside en los errores que puedes cometer como profesional; como es el caso de introducir un virus en un dispositivo de un cliente. De igual modo, si alguien contrata tus servicios y no cumples con el contrato estipulado de manera involuntaria, estos seguros también pueden cubrir el pago de la indemnización correspondiente.

Por otro lado, conviene destacar que quien tiene una compañía está obligado a confiar a ciegas en sus empleados. Si tus trabajadores causan un perjuicio en tus clientes, los seguros de RC cubren tanto los daños en tu empresa como los provocados por terceros. Todo ello sin dejar de lado servicios como la protección ante la pérdida de documentos, los costes por difamación de otras personas o las reclamaciones por derechos de propiedad intelectual. Ya lo ves: hay una medida de seguridad para cada riesgo existente en este sector.

Negocios que se pueden beneficiar de estas coberturas

Con todo lo anterior en mente, solo nos queda plantear las empresas que efectivamente requieren de un seguro de RC profesional TIC. Hablamos de un sector en pleno auge y, como tal, cada vez hay más compañías que deciden especializarse en la industria. Así como figuras autónomas que brindan dichos servicios por cuenta propia.

Por consiguiente, podemos determinar que estos seguros están dirigidos a una amplia variedad de perfiles. Los consultores informáticos, los expertos en servicios informáticos, los desarrolladores de software, las tiendas de hardware y software, las empresas de alojamiento web o las de venta y registro de dominio son algunos de los clientes más destacados.  

Asumir riesgos pone en peligro tanto la integridad del negocio como tu estabilidad financiera. No cometas este error y adelántate a todos esos problemas que puedan llegar a surgir en tu desempeño corporativo. Una acción que has de llevar a cabo por tu bien y por el de todos tus clientes.