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Kömmerling, fabricante de sistemas de ventanas de PVC, ha presentado una nueva campaña de publicidad con la energía como foco. El parque edificatorio español es uno de los más envejecidos y deficientes energéticamente de Europa, y ante esta problemática la marca nos muestra una realidad: la perdida de energía que se produce por las ventanas sin capacidad de aislamiento.
Cerca del 70 % de la energía de nuestros hogares se pierde por el mal cerramiento
“La energía es confort para estar a gusto en casa, pero también es dinero, mucho dinero… entonces ¿por qué dejamos que se nos escape?”. Esta es la pregunta que nos plantea Kömmerling, ya que la marca, consciente de que cerca del 70 % de la energía de los hogares en España se escapa por sus cerramientos, nos muestra cómo el cambio de ventanas convencionales por unas nuevas de altas prestaciones térmicas consigue que la energía, que tanto cuesta actualmente, no se pierda y se conserve dentro de la vivienda, manteniendo además nuestra temperatura. Esto supone un gran ahorro en el gasto en calefacción y también en aire acondicionado donde se produce este mismo efecto reduciendo, además, las emisiones de CO2.
Kömmerling también ha apostado desde el inicio por la difusión de las ayudas a la rehabilitación de los Fondos Next Generation. En línea con los objetivos marcados por la marca, la empresa ha ejercido de nexo entre las administraciones públicas y el usuario final, facilitando la gestión de las subvenciones a través de su Red Oficial entendiendo estas ayudas como una potente herramienta para la mejora de la eficiencia energética en los hogares.
Sostenibilidad basada en los hechos
La marca ha sido pionera durante años en impulsar la sostenibilidad en las soluciones constructivas y destaca desde sus inicios por su formulación respetuosa con el medio ambiente, valores que se encuentran en el ADN de la marca.
Ya desde el año 2008 cuenta con el sello de gestión Ambiental de AENOR, además de numerosas certificaciones de sistemas y un certificado de eficiencia energética, que asegura un uso responsable de los recursos. Del mismo modo, fue la primera empresa del sector en obtener la ecoetiqueta tipo III DAP. Un informe que aporta información cuantitativa de los impactos ambientales de un producto durante todo su ciclo de vida.
Pero ha sido en los últimos años cuando la compañía ha dado un giro en sus estrategias, pasando de productos y soluciones a un cambio de paradigma donde es todo el modelo productivo el que cambia, con un nuevo concepto de economía circular en el que cada detalle cuenta.
Oficinas que producen más energía de la que consumen, utilización del tipo solar en los procesos productivos o cadenas de valor a escala local, pasando por productos no solo reciclables sino fabricados a partir de material 100 % reciclado; son algunas de las apuestas de la marca que ya hoy son una realidad.
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