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Recientemente la Comisión Europea ha lanzado un paquete con una serie de propuestas que harían las normas de contaminación del aire más estrictas. Principalmente están pensadas para proteger a las personas que lleguen a enfermar por la calidad del aire insalubre que puedan respirar, llegando a proponer una indemnización a estas personas con el objetivo que el número de muertes prematuras atribuibles a la contaminación atmosférica se reduzca en más de un 75 % en los próximos 10 años.
Pero este paquete de nuevas normativas no solo se centra en la contaminación del aire, también pretende implementar normas más estrictas en lo que respecta a la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, así como en el tratamientos de aguas residuales urbanas. Esta serie de medidas se examinarán por el Parlamento y el Consejo Europeo, de ser aprobadas entrarían en vigor de forma progresiva en periodos de 10 años hasta 2050, para dar un tiempo de adaptación.
La contaminación del aire provoca muerte prematuras
Poca o ninguna duda queda ya de que la contaminación del aire tiene efectos nocivos en la salud de las personas. Numerosos estudios han relacionado la calidad del aire a un empeoramiento de enfermedades pulmonares, cerebrovasculares e incluso al desarrollo cognitivo. En Europa, se registran cerca de 300.000 muertes prematuras cada año debido a este tipo de contaminación, concretamente relacionada con las partículas finas PM2,5. Ahora la Comisión Europea pretende establecer nuevos límites en los niveles legales de estas partículas en el aire, más alineados con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este tipo de límites no se han actualizado desde 2008, en los que se establece que estas partículas no deben sobrepasar los 25 microgramos por metro cúbico. Con la nueva propuesta para reducir la contaminación del aire, se pretende que esa cifra descienda hasta los 10 microgramos por metro cúbico en 2030. La recomendación de la OMS está fijada en 5 microgramos por metro cúbico.
A esto se le añade que el Ejecutivo comunitario se encuentra luchando por poner a la Unión Europea en un camino que vaya hacia una contaminación del aire nula para 2050 a más tardar. Un objetivo que entraría en consonancia con los objetivos de alcanzar la neutralidad climática, es decir, que las emisiones de gases de efecto invernadero expulsadas a la atmósfera se compensen con lo que absorben sumideros naturales como bosques y océanos.
Las sanciones propuestas
Además de reorganizar las líneas rojas de la contaminación del aire, estas nuevas normativas incluirán varias sanciones entre las que se encuentran las destinadas a personas que sufran un impacto negativo en su salud por la misma. Por otro lado, también se pretende que se mejore en cuanto a claridad informativa, no solo sobre la calidad del aire, sino también sobre los derechos que tendrán los ciudadanos. Las encargadas de implementar y hacer cumplir estas normativas serán las autoridades nacionales y locales, que también tendrá poder para decidir a través de qué medidas se conseguirán estos objetivos.
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