Enseñar a nadar a los niños: la mejor manera y momento para comenzar

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19/07/2020 - 08:00
Enseñar a nadar a los niños planeta dudas

Lectura fácil

Con la llegada del verano, enseñar a nadar a los peques de la casa se convierte en un quebradero de cabeza. Las familias se preocupan por la seguridad de sus hijos en el agua, pero ¿cuál es el mejor momento para enseñarles?

Una de las causas de mortalidad infantil más altas durante los cinco primeros años de vida son los ahogamientos. Además, desgraciadamente 7 de cada 10 ahogamientos se producen por un pequeño despiste cuando se está cuidando a menores.

Por eso hoy te contamos cuándo y cómo enseñar a nadar a los más peques de tu familia, para intentar reducir esas terribles cifras de ahogamientos cuando llega la época estival, aunque recordamos que siempre siempre hay que estar con ellos cuando se bañan en la piscina.

Enseñar a nadar a los niños: ¿a qué edad sería ideal comenzar?

La Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Asociación Americana de Pediatras (AAP), recomiendan que los niños aprendan a nadar cerca de los 4 años.

En esta edad ya son capaces de contar con una autonomía dentro de agua, para desarrollar movimientos de natación y prestar atención a las instrucciones de un monitor o de sus familiares.

Pero antes de que llegue el momento para enseñar a nadar a los peques, hay que ayudarles a familiarizarse con el agua de una manera divertida y sana, para motivarles y perder el miedo, pero no el respeto al agua.

En esta línea se pueden diferencias dos situaciones:

  • La matronatación: Es una técnica que se inicia mucho antes de los 4 años, pero que está centrada en el disfrute y la adquisición de algunas habilidades, la familiarización con el agua y el aumento de los vínculos parentales con el bebé.
  • Aprender a nadar: Esto se da cuando los niños cuentan con la destreza necesaria para alcanzar movimientos coordinados para sostenerse y moverse en el agua.

Pero ante todo, la AEP hace hincapié en que, un niño ha de iniciar las clases de natación de manera individualizada. Es decir, la familia tiene que tener en cuenta la madurez emocional del pequeño, su desarrollo físico y las limitaciones de sus habilidades y el nivel de confianza dentro del agua.

Consejos para ir adentrándoles en la natación

Debemos de fomentar la seguridad en el agua y la pérdida del miedo a este

  • Comenzando por la matronatación.
  • Juegos fuera de la piscina o del mar: podemos arrojar juguetes al agua para que vean como flotan, o regándoles o mostrándoles como juegan y nadan otros niños con materiales que les ayudan a flotar.
  • Acompañarles siempre: Aún cuando sepan nada, para que vean que no están solos.

Una vez que se sienta más seguro podemos animarle a que se acerque o se meta con el adulto a la parte de la piscina que menos cubre o cerca de la orilla de la playa, siempre vigilando su protección. Cómo hará pie, eso le dará seguridad.

Respirando y divirtiéndose

Una de las claves para enseñar a nadar a los niños es, que una vez que se ha familiarizado con el agua podemos realizar ejercicios de respiración con juegos.

  • Al echarles agua por encima de la cabeza con un cubo o regadera se comienzan a trabajar las apneas.
  • Jugar a hacer burbujas en el agua expulsando el aire por la boca sin meter la cabeza. De forma progresiva, ir pidiéndole lo mismo pero esta vez,metiendo la cara y, por último, la cabeza entera.
  • Se pueden hacer pequeños buceos, de poca profundidad. Pero si no se está muy seguro de cómo hacerlo las primeras veces es mejor pedir asesoramiento a un monitor.
  • Sumergirse e intentar coger algún objeto del fondo.

Los expertos sugieren que sea el propio niño quien descubra la flotación de forma natural a través de las inmersiones y los desplazamientos

De esta forma, se dará cuenta por si mismo de que el agua es capaz de empujarle hacia arriba cuando se sumerge y que no se hunde.

Además, los deslizamientos ayudan a los pequeños a experimentar dicha flotación. También podemos hacerlo mediante juegos divertidos:

  • Dos de sus familiares se colocan uno frente al otro a una distancia prudente con la edad del niño. De esta forma el pequeño irá de uno a otro ayudado por el impulso de los adultos.
  • Subidos a caballito de un familiar, éste abre los brazos imitando las alas de un avión y el niño mueve los pies.
  • Con un churro debajo de los brazos o unos manguitos si ambos os sentís más seguros, podemos animarles a que muevan brazos y piernas y vayan a buscar objetos que no se hundan, en un principio.

Los saltos ayudan a la hora de enseñar a los niños a nadar

Esto les motiva y les ayuda con las inmersiones y la flotación. Al inicio podemos ayudarles cogiéndoles en brazos y metiéndoles en el agua sin inmersión, para poco a poco familiarizarles con el buceo.

Los familiares podemos ayudar a los peques saltando a la vez que ellos y pidiéndoles sumergirse para que ambos os veáis debajo del agua o que intente coger algo del fondo.

Ante todo, desde GNDiario queremos recordar que enseñar a los niños a nadar requiere de paciencia y calma. Al igual que los adultos, cada niño es un mundo, no podemos forzar a nadie. Y además, no debemos olvidar que siempre han de estar acompañados en la piscina o el mar, aunque se defiendan muy bien en el agua.

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