La EPOC necesita la mirada de una sociedad responsable

El EPOC hace referencia a la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, una enfermedad inflamatoria que provoca dificultades para respirar.

Hoy en día, esta enfermedad se sitúa como la primera causa de muerte en el mundo. En el caso de España, afecta entre un 9 y un 12 % de la población.

Aunque la causa principal de su aparición va ligada al humo de los cigarrillos, existen otras causas y algunos síntomas no aparecen hasta que el daño pulmonar es significativo

El EPOC es una de las enfermedades crónicas que más ingresos hospitalarios registra, sobre todo en invierno

La EPOC es una enfermedad común, que se puede prevenir y tratar. Algunas personas logran controlar los síntomas y mejorar su calidad de vida.

Pero si no es diagnosticada adecuadamente, empeora, y más aún si no se abandona el hábito de fumar. Por otro lado, la aparición de la enfermedad también va asociada a otras enfermedades crónicas, como enfisema y bronquitis.

Estos son los principales factores de riesgo para la EPOC:

• Tabaquismo: La ingesta constante de humo de tabaco genera una irritación en los pulmones que puede complicarse con el paso del tiempo.
• Contaminación del aire en locales cerrados: Si se trabaja en un sitio donde se hace uso de estufas o calderas de biomasa, y no se toman las medidas sanitarias adecuadas, el humo puede terminar generando la enfermedad.
• Contaminación del aire exterior: Ciudades muy contaminadas o el humo constante del tráfico también puede desarrollar la EPOC, en personas altamente sensibles.
• Polvos y productos químicos: El trabajo regular con sustancias tóxicas o alergénicas, puede desarrollar este tipo de afección respiratoria.

La forma que tiene la enfermedad de afectar a los pulmones es mediante la inflamación de los tejidos pulmonares, lo que da lugar a una pérdida de elasticidad o, directamente, su destrucción, lo que dificulta el flujo de aire.

Entre algunos de los síntomas de la EPOC podemos encontrar: disnea, tos, producción de esputos. Es por ello que los síntomas se pueden confundir con otros problemas comunes, y por ello algunas personas no realizan consulta médica.

Pero el diagnóstico de la enfermedad se realiza con una espirometría, pues es la prueba que permite medir el volumen y la velocidad del flujo de aire.

Se trata de un estudio rápido y no invasivo, pero que debe tener en cuenta la presencia de tos, esputos, infecciones en el tracto respiratorio y los factores de riesgo.

En algunos casos, también se puede realizar una evaluación de la disnea y las exacerbaciones de los episodios de tos.

Según la gravedad de la enfermedad, el tratamiento puede basarse en puntos clave como:

• Dejar de fumar.
• Medicamentos para reducir los síntomas.
• Vacunación para evitar gripes o infecciones.
• Rehabilitación pulmonar.
• Oxigenoterapia.

La EPOC y el SARS-CoV-2

Durante el Día Mundial de la Prevención de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, cabe destacar que un estudio realizado por expertos ha demostrado que las personas que la padecen, presentan el doble de riesgo de contagiares por el COVID, y 3 veces más probabilidad de fallecer en caso de contagio.

Dicho estudio ha sido realizado por el Hospital Universitario de Guadalajara junto a profesionales del Hospital de la Princesa, de Madrid; el Instituto de Salud Carlos III, de Madrid; la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), la Universidad Autónoma de Madrid y la Pontificia de Comillas.

Por su parte, recomiendan la vacunación antigripal generalizada los pacientes con esta enfermedad, para evitar la asociación de otras infecciones víricas y extremar las medidas de protección frente a la Covid-19 durante los próximos meses.

Es por ello vital la importancia de concienciar a la sociedad sobre la EPOC y la responsabilidad que tenemos cada uno de reducir los contagios para salvar vidas.