19/12/2020 - 08:40
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La superficie protegida ha aumentado en España durante la última década, mientras tanto han descendido las emisiones de gases de efecto invernadero.
Así lo refleja el informe del Perfil Ambiental de España (PAE) 2019 presentado por la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.
El documento, que cumple su 16ª edición, tiene como objetivo acercar la situación ambiental de España al mayor público posible, para lo cual emplea información desagregada por comunidades autónomas y referencias a la UE. Los últimos datos se refieren a 2018 o, en su caso, a 2019.
El trabajo, de 190 páginas, está basado en 71 indicadores medioambientales relacionados con emisiones y calidad del aire, energía y clima, medio natural, suelo, costas y medio marino, agua, agricultura, pesca, industria, transporte, medio urbano, turismo, economía y sociedad, y residuos y economía circular e hipocarbónica.
Las emisiones de gases de efecto Invernadero (GEI) disminuyeron en 2018 un 6,2 % con respecto a 2017
La calidad del aire de fondo regional, que permite detectar la contaminación atmosférica en zonas alejadas de focos de emisión directa, ha empeorado en España durante los últimos cinco años en lo relativo a las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM2.5) y al ozono troposférico (O3), mientras que el amoníaco (NH3) es el único contaminante atmosférico que ha aumentado sus emisiones en la última década.
El informe apunta que España redujo las emisiones de gases de efecto invernadero un 10,5 % entre 2009 y 2018 (aunque las incrementó un 2,3 % en los cinco últimos años de ese periodo).
Además, las emisiones mejoraron entre 2009 y 2018 en todos los contaminantes atmosféricos, como dióxido de azufre (SO2) -un 30,8 % menos-, óxidos de nitrógeno (NOx) -un 28,7 % menos-, material particulado PM2.5 -un 10 % menos- y compuestos orgánicos volátiles no metánicos (Covnm) -un 1,2 % menos-, y subieron en amoníaco (NH3), concretamente un 7,9 %. Además, estos tres últimos contaminantes subieron en el último lustro un 4,3 %, un 9,1 % y un 6,8 %, respectivamente.
Las emisiones de NOx, Covnm y SO2 están desde 2010 por debajo del techo de emisión fijado para España, pero las de NH3 están un 25 % por encima del límite establecido.
Respecto a la calidad del aire de fondo regional, ha mejorado en la última década en todos los contaminantes, especialmente en el NO2 (-22,4 %), pero en los últimos cinco años han aumentado las concentraciones medias de O3 (4,4 %) y partículas PM2.5 (2,6 %).
En 2019, la superficie terrestre protegida aumentó un 2,5% y la marina lo hizo un 2 %
En lo que respecta a la superficie terrestre protegida, en 2019 alcanzó un 33,6 % del territorio español, lo que supone un aumento del 2,5 % con respecto al año anterior, mientras que la marina ascendió al 12,2 % tras la ampliación del Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera, lo que supuso un incremento del 2 % con respecto a 2018.
El año pasado también subió la superficie incorporada a las Reservas de la Biosfera, que alcanza más del 12,4 % del total de España.
Por primera vez hay referencias al reto demográfico por la despoblación de zonas rurales
Por otro lado, España ha incrementado un 11,3 % la superficie de parcelas edificadas en 10 años. Un 25 % de la superficie de suelo erosionable de España sufre procesos erosivos medios y altos (pérdidas de suelo superiores a 10 toneladas por hectárea al año).
Desde 2011, en España se generan, de media, menos residuos por habitante que en la UE. En 2018, España aportó el 8,9 % de todos los residuos municipales comunitarios, ocupando la quinta posición entre los Estados miembros. Ese mismo año, el depósito a vertedero fue de aproximadamente el 51 % de los residuos generados, cifra superior a la media europea, aunque mantiene la tendencia de descenso de los últimos años desde el 58 % registrado en 2014.
El 'Perfil Ambiental' de este año incluye, por primera vez, indicadores para medir el reto demográfico. En España, las ciudades concentran el 54 % de la población en un 5 % del territorio y las zonas intermedias agrupan a un 32,8 % de sus habitantes en un 22 % de superficie, mientras que las zonas rurales solo acogen a un 13,2 % de la población en el 73 % del territorio. Casi la mitad del país se halla por debajo del umbral que la UE considera en riesgo de despoblación.
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