Lectura fácil
Estados Unidos quiere volver a la normalidad a toda costa. Poco a poco los estados van levantando las restricciones, y los habitantes van recuperando su ansiada vida normal.
Lo más "chocante" de todo es que no parecen darse cuenta de la realidad del efecto que está teniendo la pandemia en su país: casi 1,2 millones de contagiados positivos y casi 69.000 fallecidos por el coronavirus.
Durante cada jornada se confirman unos 25.000 casos nuevos, y el pasado 2 de abril fue el único día en el que se registraron menos de 1.000 muertes por el virus.
A pesar de la gravedad de la pandemia, Estados Unidos vuelve progresivamente a la normalidad
Aunque es cierto que las estrictas medidas de distanciamiento social si que permitieron que los nuevos contagios y las hospitalizaciones se moderasen en aquellas regiones más golpeadas por el coronavirus.
Pero la curva de propagación de la pandemia en Estados Unidos refleja que solo es una aplanamiento muy débil, porque se trata de un efecto de la mejora de la situación del Estado de Nueva York, donde se concentra una tercera parte de los casos positivos a nivel nacional.
Excluyendo a Nueva York, donde las muertes son la mitad que durante el pico en abril, la curva en todo el país vuelve a subir notablemente. Y es que el número de casos nuevos continúa creciendo cada día a lo largo y ancho de Estados Unidos.
Chicago y Los Ángeles lograron doblegar la curva, aparentemente, pero aún siguen reportando cerca de 2.000 y 1.000 nuevos contagios cada día respectivamente, y además, los casos confirmados se han duplicado desde mediados de abril.
Además, se suma el hecho de que surgen nuevos puntos de localidades rurales en las que parecía que el virus no había entrado. En el condado de Dakota, en Nebraska, una planta de procesamiento de carne se ha convertido en un foco de contagios.
Dakota cuenta con el tercer mayor número de casos per capita del país, y hace menos de un mes no registraba ningún caso. En Hartsville, en el Estado de Tennessee, que cuenta con 11.000 habitantes han pasado de 27 a 1.300 casos por un brote en una cárcel.
Los nuevos focos de contagios se dan en las plantas de procesamiento de carne, fábricas, tiendas de alimentación, prisiones y residencias de ancianos
Según el medio The New York Times, la administración de Donald Trump cuenta con proyecciones privadas que hablan de un aumento de casos y muertes con un alcance de 3.000 por día para el 1 de junio, lo que supone el doble que ahora.
Aún así, los comercios van reabriendo, los gobernadores de los Estados levantan las restricciones y muchos de ellos sin cumplir ni mencionar los requisitos de la desescalada.
Y para colmo, el presidente Donald Trump mete cizaña a los gobernadores para que levanten las restricciones, sin respetar las directrices que él mismo ha dictado y llama la atención a los que se resisten y quieren continuar con las medidas de confinamiento.
Para Trump, el Estado de Virginia, donde el número de casos sigue creciendo su Gobernador "no está yendo lo suficientemente rápido", y es que dicho gobernador anunció que prolongará las restricciones hasta el 15 de mayo.
Además, Mike Pence explico en rueda de prensa que el equipo de trabajo del coronavirus de la Casa Blanca podría ser disuelto en menos de un mes por el "tremendo progreso" que muestra Estados Unidos con esta crisis.
Hoy mismo Trump ha volado a Arizona. Este es el primer viaje que realiza en Estados Unidos desde principios de marzo, y antes de despegar ha defendido contundentemente las proyecciones de su Administración.
"Estados Unidos quiere abrir. Todo está en manos de los gobernadores, pero el país quiere abrir. Y tienen que abrir" ha declarado Trump a punto de subir al avión.
Añadir nuevo comentario