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Las sociedades médicas internacionales aún se frotan los ojos atónitos, tras las declaraciones del presidente Trump en las que desde su atril de la Casa Blanca y con tono de seguridad, indicaba a la sociedad, la posibilidad de tratar a las personas que dieron positivo en los test, con inyecciones de desinfectante o proyección de luz dentro del cuerpo humano, a raíz de la hipótesis de que con el calor el virus no sobrevive.
Desconocemos hasta cuándo, el caso es que aplaza las comparecencias públicas y regresa a la red social Twitter.
Hay estados que empiezan a desconfinarse, a lo que Trump, con un tono cauto, y desde Twitter, advirtió: “Con cuidado y sentido común", haciendo referencia a las personas que iban a salir de sus casas o las empresas que abrían la persiana tras la cuarentena. Los estados menos afectados de Georgia, Florida, Tennessee o Misuri, retoman ya el pulso a la economía.
Los tratamientos experimentales de Trump
La presencia pública desde la Casa Blanca del presidente de los Estados Unidos, a raíz del desarrollo de esta crisis sanitaria, están siendo constantes. Una media de seis ruedas de prensa al día, sin límite de preguntas.
Trump llegó a decir: “Hay desinfectantes que matan (al virus) en un minuto. Puede que haya una forma de hacer algo similar, con inyecciones o un lavado”. Añadió: “Suponemos que se puede golpear al cuerpo con una luz, muy poderosa, o ultravioleta. Aun no se ha probado, pero se probará”.
Las declaraciones desde el atril de la Casa Blanca, inevitablemente han dado la vuelta al mundo y han sonrojado al presidente. Chistes, burlas y críticas de sociedades médicas de diversa índole. Incluso, una de las mayores empresas productoras en EEUU, de desinfectante, ha tenido que emitir un comunicado urgente, tras las declaraciones de Trump.
Lysol, ha indicado en su comunicado que sus productos no se deben beber.
Por otra parte, el rival demócrata de Trump, Joe Biden, en Twitter, publicó el siguiente post: “No me puedo creer que deba decir esto, pero por favor, no beban lejía”.
Tal fue la polémica, que llegó a decir en una reunión en la Casa Blanca que sus comentarios sobre la lejía y la luz ultravioleta eran “sarcásticos”. Y justo después puso en la diana a la prensa, con el argumento de manipular sus palabras. Este discurso no tenía lógica alguna. Cuando Trump hizo las declaraciones que dieron la vuelta al mundo, fue en directo, a la vista y al alcance de la ciudadanía.
Ese fin de semana el presidente Trump canceló todos sus actos, excepto un acto religioso por Internet.
¿Cuál fue la reacción de la sociedad americana?
Las declaraciones han tenido fatídicas consecuencias en una pequeña parte de la población de los Estados Unidos. Más de 100 personas han tenido que ser ingresadas ya en los centros médicos del país por seguir las recomendaciones del presidente, 30 de ellas en el estado de Nueva York según el New York Daily News. La alerta social corrió como la pólvora y se recibieron cientos de llamadas en los servicios de emergencia de estados como Maryland para consultas acerca de las propiedades curativas de esos productos.
De forma rápida y urgente, expertos médicos, investigadores, sanitarios y las compañías que elaboran y venden estos productos han dado un paso adelante para velar por la salud de los estadounidenses.
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