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Ya son más de 2 millones y medio de casos registrados en el mundo por coronavirus, de los que cerca de un tercio se concentran en Estados Unidos, donde han sumado 39.500 positivos y más de 2.400 muertos en un solo día.
Los datos de fallecidos alcanzan los 177.501, mientras la cifra de recuperados también va en aumento y ya se celebra la curación de 686.634 personas que tuvieron que hacer frente al COVID-19.
El estado de Nueva York, es el más afectado en Estados Unidos, se han publicado un total de 258.000 casos. Más de 19.000 personas en ese estado sucumbieron a la enfermedad, según los datos elaborados por la Universidad Johns Hopkins. Otros estados con más de 30.000 casos incluyen Nueva Jersey, Massachusetts, Pensilvania, California, Michigan e Illinois, según la CSSE.
El número de muertos en el estado llegó a 14.828 el lunes 20 de abril, otros 481 residentes fallecieron por complicaciones relacionadas con el COVID-19 en 24 horas, así informó el gobernador Andrew Cuomo.
El director de los Centros Estadounidenses para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC), Robert Redfield, ha explicado a los ciudadanos americanos que deben preparase en los próximos meses, insistió en la necesidad de vacunarse contra la gripe: "Hay una posibilidad de que el asalto del virus en nuestro país el próximo invierno será de hecho más difícil que el que acabamos de atravesar", dijo el director en una entrevista para el Washington Post. "Tendremos la epidemia de gripe y la epidemia de coronavirus al mismo tiempo", añadió.
Reino Unido, España o Brasil, presentan un patrón similar al que publican en sus datos los Estados Unidos. Con oscilaciones en los datos tras el fin de semana. La discrepancia puede explicarse debido a la tardanza en recibir los reportes durante los fines de semana, teniendo en cuenta que las cifras publicadas siempre corresponden a los casos del día anterior.
Trump cortará la inmigración a Estados Unidos con la excusa del coronavirus
Ante la crisis del coronavirus, el presidente de Estados Unidos dijo que la medida es para proteger el empleo de sus ciudadanos y durará 60 días, aunque podría extenderse.
Las personas exentas son: residentes legales (con Green Card); personas de sectores específicos que quieran entrar al país, como trabajadores de la salud (médicos y enfermeras) o que realicen trabajos esenciales en el combate contra el COVID-19 y su familia directa (menores de 21 años). Tampoco aplica para cónyuges de ciudadanos estadounidenses, personas con visa EB-5 de inversionista; hijos biológicos o adoptados de ciudadanos (menores de 21 años), entre otros casos relacionados a asuntos diplomáticos o de seguridad nacional.
A las personas que no estén en estas categorías no se les emitirá una visa para emigrar a Estados Unidos durante este periodo.
"Voy a emitir una suspensión temporal de la inmigración a Estados Unidos", dijo Trump en conferencia de prensa desde la Casa Blanca. "Al poner la inmigración en pausa, pondremos a los estadounidenses desempleados al frente de la fila para buscar trabajo. Estaría mal o sería injusto para un estadounidense que perdió su trabajo por el coronavirus fuera reemplazado por trabajador inmigrante que volara desde el extranjero". La iniciativa fue anunciada por primera vez en un tweet del presidente.
"Ante el ataque del Enemigo Invisible, así como para proteger los trabajos de los EXCELENTES ciudadanos americanos, firmaré una Orden Ejecutiva para suspender temporalmente la inmigración a Estados Unidos", dijo Trump en un tuit.
Sobre las autopsias
El análisis de las autopsias revela datos que indican que antes del boom en Estados Unidos, ya había muertes puntuales por coronavirus en EEUU, en concreto, en el Estado de California.
Y es que, al menos dos personas que murieron entre principios y mediados de febrero tenían coronavirus en California. Esto choca con la hipótesis de que el Sars-CoV-2 que provoca la enfermedad COVID-19 hubiera llegado con posterioridad a los Estados Unidos. Tal y como Trump afirma con insistencia en estas últimas semanas, puede ser un error esa frase insistente que indica en sus declaraciones sobre el: “virus chino”.
La novedad se descubrió a partir de dos autopsias realizadas en las últimas semanas sobre dos víctimas que fallecieron en el interior de sus domicilios.
El primer muerto de coronavirus en California se había establecido el pasado 9 de marzo. Sin embargo, los nuevos casos estudiados a través de autopsia indican que, el primero de esos fallecimientos por lo menos ocurrieron el 6 de febrero, más de un mes antes de reportarse el supuesto primer caso, lo que indica que la cepa mortal circulaba por aquel estado desde mucho antes de lo que se creía.
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