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La DANA que azotó Valencia el 29 de octubre de 2024 dejó un saldo trágico de 218 víctimas mortales. Según el Centro de Integración de Datos (CID), una parte significativa de estas muertes se produjo en espacios cerrados. De los 218 fallecidos, 65 fueron encontrados dentro de viviendas y 32 en garajes. Esta estadística refleja cómo las inundaciones severas atraparon a las personas en lugares que, en principio, deberían haber sido seguros.
Además, 24 personas murieron en campos y 21 en calles, los espacios abiertos con mayor número de víctimas. En residencias y hospitales, los decesos sumaron 14, mientras que seis fallecimientos ocurrieron en vehículos. Otros lugares como acequias, terrazas, sótanos y aparcamientos también registraron víctimas mortales.
La devastación de la DANA en cifras
El balance provisional, emitido por el CID, señala que las fuertes lluvias y desbordes de ríos y barrancos generaron una catástrofe sin precedentes en España. Las víctimas fallecieron en diversos escenarios, incluidos:
- Transporte y carreteras: Además de los seis fallecimientos en coches, siete ocurrieron en carreteras y dos en cruces carretera-campo.
- Espacios urbanos y rurales: Víctimas fueron halladas en acequias, arrozales, vías del tren y en zonas urbanas como aparcamientos subterráneos y tiendas.
- Lugares inusuales: Dos personas murieron en ascensores, y otras en un cuartel de la Guardia Civil, jardines, iglesias y polideportivos.
La diversidad de los lugares donde se encontraron cuerpos evidencia la magnitud del impacto y lo impredecible de los eventos derivados de esta catástrofe.
Preparación y lecciones aprendidas
La tragedia de la DANA subraya la necesidad urgente de adoptar medidas preventivas en áreas propensas a inundaciones. Entre las recomendaciones destacan:
- Educación en protección civil: Incluir formación obligatoria sobre cómo actuar ante fenómenos naturales en las escuelas y comunidades.
- Infraestructura resistente: Mejorar desagües y sistemas de alerta temprana en zonas de riesgo.
- Planes de evacuación: Asegurar que las comunidades conozcan las rutas y protocolos para desplazarse a zonas seguras.
Este desastre también ha generado un llamado a revisar políticas urbanísticas y a implementar medidas de sostenibilidad para mitigar los efectos de fenómenos meteorológicos extremos.
Construir casas seguras frente a inundaciones es clave para proteger vidas y propiedades en zonas propensas a este fenómeno.
1. Ubicación y elevación
- Identificar zonas seguras: Evita construir en áreas de riesgo, como llanuras de inundación, y elige terrenos elevados si es posible.
- Elevar la vivienda: Si no puedes evitar zonas inundables, eleva la casa sobre pilotes, columnas o plataformas para minimizar el impacto del agua. Según FEMA (EE. UU.), la elevación debe superar el nivel de inundación estimado (Base Flood Elevation).
2. Diseño y materiales resistentes
- Materiales impermeables: Usa concreto reforzado, ladrillos sellados o acero inoxidable, que resistan la humedad prolongada sin degradarse.
- Paredes y pisos: Diseña paredes con cavidades para drenar el agua y materiales que se sequen rápidamente. Considera pisos de cemento o baldosas en lugar de madera.
- Puertas y ventanas: Instala barreras contra inundaciones o puertas estancas, especialmente en entradas principales.
3. Sistemas de drenaje y gestión de agua
- Diseño del terreno: Incluye drenajes adecuados y superficies inclinadas para desviar el agua lejos de la estructura.
- Bombas de achique: Agrega sistemas automáticos que expulsen agua acumulada en sótanos o espacios bajos.
- Cisterna de recogida: Implementa sistemas para recolectar y redirigir el agua de lluvia, reduciendo el impacto.
4. Infraestructura interna segura
- Ubicación de servicios esenciales: Eleva sistemas eléctricos, calefacción y tuberías por encima del nivel de riesgo de inundación.
- Mobiliario móvil: Usa muebles fáciles de reubicar y que resistan la humedad.
- Barreras internas: Incluye compartimentos o válvulas antirretorno en el sistema de alcantarillado para evitar el ingreso de aguas residuales.
5. Paisajismo resiliente
- Barreras naturales: Planta vegetación resistente en áreas cercanas para disminuir el flujo de agua.
- Terraplenes: Construye diques o muros de contención alrededor de la vivienda para protegerla del agua.
6. Educación y Mantenimiento
- Educa a los residentes sobre cómo actuar ante una inundación.
- Realiza inspecciones periódicas para asegurarte de que los sistemas de drenaje y protección funcionan correctamente.
Este enfoque holístico puede minimizar el impacto de las inundaciones y garantizar la seguridad de los ocupantes.
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