Las poblaciones de fauna salvaje se reducen a más de la mitad desde el 1970

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12/09/2020 - 08:00
Imágenes de fauna salvaje

Lectura fácil

Las poblaciones de fauna salvaje han caído una media del 68% desde el año 1970 hasta 2016 por la agricultura insostenible, la deforestación y el tráfico ilegal de especies,

Así lo refleja el informe Planeta Vivo 2020 de WWF recogido por Servimedia, y que alerta de que el ser humano "está destruyendo la naturaleza a un ritmo sin precedentes".

La pérdida de biodiversidad en ecosistemas de agua dulce es mucho mayor: el índice de planeta vivo (IPV) ha disminuido un promedio del 84%.

En Latinoamérica y Caribe la situación es aún más alarmante, pues se ha producido un descenso medio del 94% de las poblaciones analizadas, destaca el citado informe.

"Detrás de esta dramática cifra están las mismas causas que generan la aparición de enfermedades de origen animal, como la Covid-19: nuestro sistema de alimentación es insostenible, los bosques desaparecen y la vida salvaje cae víctima del tráfico ilegal", refleja el informe en el que han participado más de 125 expertos de todo el mundo,

La fauna salvaje reduce sus poblaciones de manera estrepitosa

Entre las soluciones propuestas por WWF hacen referencia a:

  • Cambiar los patrones de producción y consumo de alimentos
  • Detener el cambio de uso del suelo
  • Tomar decisiones políticas y económicas respetando los límites del planeta

El informe Planeta Vivo sobre la fauna salvaje es un exhaustivo estudio que ha analizado la evolución de 20.811 poblaciones de 4.392 especies diferentes de vertebrados, lo que supone casi 400 especies nuevas y 4.870 poblaciones más que el último informe, con una mayor representación en la mayoría de las regiones y grupos taxonómicos, particularmente de especies de anfibios.

Por otro lado, a parte del descenso de la fauna salvaje, también se trata el descenso de las poblaciones de plantas, las cuales presentan un riesgo de extinción comparable al de los mamíferos y más alto que el de las aves.

Además el informe también habla sobre el súbito y reciente descenso de las poblaciones de insectos, su distribución y biomasa.

Este análisis sobre la fauna salvaje y otras especies también destaca que las enfermedades como el coronavirus, están vinculadas de forma directa con la destrucción de la naturaleza.

Marco Lambertini, director general de WWF Internacional dice que: “en medio de esta pandemia, ahora es más importante que nunca poner en marcha una acción mundial coordinada y sin precedentes para detener y comenzar a revertir la pérdida de biodiversidad para finales de esta década. Nuestra propia supervivencia depende cada vez más de ella”.

El informe de este año también analiza la evolución de las Contribuciones de la Naturaleza a las Personas (CNP), es decir, los bienes y servicios que ofrece la naturaleza y de los que depende la supervivencia del planeta.

Estos son: la regulación de la calidad del aire, la polinización, la generación de recursos medicinales o de alimentos, la creación de hábitats o el control del clima. De las 18 categorías de CNP analizadas, 14 han sufrido un descenso desde 1970.

La huella del ser humano es debastadora

El comercio y el consumo a nivel global y el aumento de la población humana, además de una expansión urbanística acelerada está afectando a la fauna salvaje de manera continuada y agresivamente.

De hecho, el 75% de la superficie terrestre no helada ha sido modificada por el ser humano y los últimos lugares vírgenes se concentran en apenas unos pocos países, Rusia, Canadá, Brasil y Australia.

“La conclusión es clara: la naturaleza está siendo transformada y destruida a una velocidad sin precedentes en la historia, con un coste muy alto para el bienestar del planeta y de la humanidad. La pérdida de biodiversidad es un auténtico reto para la economía, el desarrollo y la seguridad global”, sentenció Enrique Segovia, director de Conservación de WWF España.

El informe sobre la fauna salvaje y sobre la vida del planeta indica que para revertir la pérdida de biodiversidad es necesario transformar los patrones de producción y consumo, impulsar un modelo que no sobrepase los límites del planeta y llevar a cabo acciones que detengan los cambios de uso del suelo, que reduzcan los residuos y favorezcan dietas saludables y sostenibles.

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