Un estudio liderado por la Estación Biológica de Doñana y la Universidad Estatal de Pensilvania en colaboración con el Wild Nature Institute, destaca la importancia de poner fin a la caza furtiva como medida crucial para la conservación de las jirafas y sus poblaciones.
La caza furtiva de animales salvajes es un problema global. Elefantes, rinocerontes, lagartos, pangolines y monos son cazados ilegalmente, poniendo en peligro su supervivencia.
Los rinocerontes asiáticos y africanos celebran que sus cazadores furtivos les van dejando en paz, aunque se siguen necesitando más medidas de protección de esta especie.