Las niñas de Zimbabwe superan a Gambito de Dama

A pesar de ser uno de los países con mayores reservas de minerales preciados como pueden ser el cobre, el oro o el platino, el 70 por ciento de la población de Zimbabwe vive en situaciones inferiores al nivel de pobreza. Con dificultad especial para las chicas, las cuales son obligadas a contraer matrimonio antes de los 18 años, según los datos de Plan International el 32 % cumple esto e incluso el 4 % de las niñas lo hace antes de los 15 años.

Sin embargo, un nuevo fenómeno recorre el país en forma de un grupo de niñas que desafían las probabilidades y vencen en el ajedrez, emulando la popular serie de Netflix, Gambito de Dama.

Godknow Dembure, profesor de la escuela primaria Mudavanhu en el Distrito de Chikomba, conformó el equipo para tratar de mejorar la calidad de vida de las chicas del área. Según él mismo cuenta: "Pensé que tratar de introducirlas en el ajedrez a lo mejor era una forma de salir de la pobreza. Fuera de esta situación de abusos y matrimonios infantiles"

Con estas enseñanzas las niñas encontraron una pasión, un ambiente en el que podían ser ellas mismas sin ningún miedo, aunque sea por un rato. Rumarai Tapambwa, alumna de séptimo curso de dicha escuela, lo explica así para lainformacion.com: "Me gusta jugar al ajedrez porque me hace feliz. Trae felicidad a mi vida. Delante del tablero no tengo miedo. Soy capaz de conquistar el mundo".

Las Reinas de Chivhu

Así se llama el equipo de ajedrez de la escuela, donde la mayoría de las alumnas son huérfanas, y donde practican al menos dos horas al día. Por desgracia, esto no las exime de la realidad.

"Al acabar el entrenamiento, corro a casa para poder hacer mis tareas del hogar. Soy la que tiene que cocinar y hacer el resto de labores domésticas", cuenta Tapambwa.

El equipo y Rumarai Tapambwa son un ejemplo del éxito que se puede llegar a tener con pasión y dedicación. Tapambwa ha participado en 3 torneos y ha ganado dos de ellos, uno de esos el campeonato nacional. Este título le valió su plaza para el Campeonato Africano de Ajedrez Joven representando a su país.

La joven comenta que de su entrenador de ajedrez lo que más ha aprendido es el hecho de ayudar a los menos privilegiados. El ajedrez le ha brindado más confianza y que pretende transmitir esos conocimientos a los demás, incluido sus futuros hijos, además de comentar que su “deseo es llegar a ser una mujer gran maestra de ajedrez, tanto en esta escuela como en todo Zimbabwe".

Su historia está dando la vuelta al mundo, estas niñas son una luz en medio de la oscuridad que vive su país. Como siempre el deporte es esa luz.