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El gas de la risa, el conocido óxido nitroso que ha hecho de la época estival su motor para propulsarse entre los jóvenes como nueva moda de consumo.
Este elemento tiene unas propiedades anestésicas, analgésicas y diasociativas que le han llevado a convertirse en la droga del verano 2023.
La Costa Brava, la Costa del Sol o las Islas Baleares es donde se está dando este tipo de drogadicción. Mismamente en un botellón de Terrassa, denunció a dos personas que consumían lo que se ha convertido como la droga del momento.
Desde el OEDT ya alertaron de que el gas de la risa estaba creciendo en popularidad entre los jóvenes europeos
Desde el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), han alertado de que algunos proveedores ya se encuentran vendiendo cilindros más grandes del gas de la risa hacia el mercado recreativo.
Así, su precio se ve reducido y es más económico, por lo que promueven aún más el consumo de lo que es una droga bastante perjudicial para el organismo.
El famoso gas de la risa posee un 65 % de oxígeno y un 35 % de óxido nitroso. Gran parte de los casos utilizan cartuchos pequeños para hacer nata montada para llenar globos de fiesta, de los que se inhala este tipo de sustancia.
Los consumidores tienen a creer que es algo inocuo, pero todo los contrario. Produce euforia, bienestar y muchas risas, pero también viene acompañado de las siguientes afecciones graves para el organismo, desde los más 'leves' por poca inhalación hasta los más graves por inhalaciones o consumo repetido:
- Lesiones pulmonares
- Daños irreversibles en el sistema nervioso
- Caídas o lesiones, ya que se pierde el equilibrio por los efectos que causa.
- Pérdida de presión arterial: infarto de miocardio o hipoxia por falta de oxígeno.
La mezcla llega al cerebro por las vías respiratorias, actuando como depresor del sistema nerivioso central, y la Aemps ya avisa de que su uso no médico representa un riesgo para la salud.
La asfixia es otra consecuencia, pues deriva de la naturaleza de gas licado comprimido. Además, puede dar lugar a alucinaciones, vocalización incontrolada, alteraciones de la percepción, desorientación espacial y temporal, así como la reducción de la sensibilidad al dolor.
La falta de oxígeno al cerebro, una de las grandes preocupaciones y detonantes de otros problemas
Los expertos alerta de que la peligrosidad del gas de la risa es tal, que si se consume de forma continuada, puede acabar dañando la médula espinal y provocar la muerte.
El consumo continuo da lugar a la pérdida de la vitamina B12, lo que supondría la aparición de problemas neurológicos y cognitivos.
Asimismo, hay otros efectos detectados de su consumo, tales como: convulsiones, arritmias, parada repiratoria o cardíaca, y más en personas con epilepsia o antecedentes cardiovasculares.
Además, el gas de la risa, si no se consume de forma adecuada puede causar quemaduras en la boca y la zona superior del tracto respiratorio, esto ocurre cuando se inhala desde los cartuchos, ya que sale a temperaturas muy bajas.
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