El Gobierno busca reforzar la protección de los menores en internet con una nueva ley

En España, hay menores en internet de 15 años que acumulan más de nueve millones de seguidores en sus perfiles de YouTube o Instagram. Muchos comenzaron en las redes sociales cuando apenas tenían cinco años y fueron ganando popularidad al compartir sus experiencias con videojuegos o mostrar su vida cotidiana. Sin embargo, existe otra realidad: la de los niños que, sin haberlo decidido, terminan expuestos en las redes de sus propios padres.

Nueva regulación para proteger a los menores en internet

En muchos casos, estos adultos utilizan las plataformas digitales como un álbum virtual para documentar momentos clave en la vida de sus hijos, desde su nacimiento hasta su primer día de colegio. Todo esto es posible debido a las lagunas legales que aún existen en la regulación del entorno digital de los menores en internet, un ámbito difícil de controlar, aunque el Gobierno ya ha anunciado su intención de abordarlo.

El Ministerio de Juventud e Infancia está trabajando en una nueva legislación para garantizar la protección de los menores en internet. Según explicó la ministra Sira Rego, esta normativa prestará especial atención al control del sharenting. Rego advirtió que muchos niños están expuestos sin la debida protección, en parte porque las familias no siempre son conscientes del impacto que puede tener compartir imágenes de sus hijos en redes sociales. Además, expresó su preocupación por la creciente tendencia a monetizar la imagen de los menores en internet.

Las consecuencias de la exposición de los niños en redes sociales

Ana Caballero, quien lideró un grupo de expertos designado por el Gobierno para identificar las medidas más urgentes en la protección de la infancia en internet, también alertó sobre este problema. En una conversación con este medio, mencionó estudios que revelan que el uso de menores en internet o redes sociales puede aumentar los "likes" en un 42 %.

Este incentivo resulta muy atractivo para algunos padres influencers, quienes, con solo grabar unos segundos de sus hijos, reciben una gran respuesta por parte de sus seguidores. Sin embargo, el verdadero riesgo radica en las consecuencias a largo plazo: la privacidad y la identidad digital de estos niños quedan expuestas sin su consentimiento, lo que podría afectarles en su vida adulta.

El cambio en los sueños de los niños

En la actualidad, muchos niños sueñan más con ser youtubers que con convertirse en astronautas, según una encuesta realizada por Harris Poll en colaboración con LEGO. Además, un estudio del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación FAD indica que la creación de contenido se ha convertido en una opción de carrera cada vez más atractiva para los adolescentes. De hecho, uno de cada tres jóvenes de entre 15 y 29 años considera esta profesión como una posibilidad real, y uno de cada diez ya ha comenzado a intentarlo. Frente a esta tendencia en crecimiento, algunos países han decidido establecer regulaciones. Australia, por ejemplo, prohibirá el acceso a redes sociales para menores de 16 años, mientras que Francia ha aprobado una ley para proteger a los niños influencers, limitando sus horas de trabajo y regulando sus ingresos.

Normas para las actividades artísticas

El Gobierno español está trabajando en una reforma para regular el trabajo de los menores en el ámbito artístico. Según el Ministerio de Trabajo, estas actividades deberán ser por cuenta ajena y contar con garantías laborales y de protección infantil.

La norma establecerá límites en horarios y jornadas, asegurando la compatibilidad con la educación y la vida social. Los menores de 16 años solo podrán trabajar fuera del horario escolar, en vacaciones o fines de semana. Además, los ingresos generados por su actividad en redes sociales deberán ser gestionados por una entidad financiera hasta su mayoría de edad.

Actualmente, la propuesta está en fase de consulta con el sector cultural antes de su tramitación. Esta medida se suma a otras regulaciones que buscan mitigar los riesgos de los menores en internet, como la ley aprobada en abril para regular la actividad de los influencers con altos ingresos y gran audiencia.