Los hematólogos destacan el impacto psicológico negativo de la pandemia en pacientes de cáncer mayores

El Grupo Español de Hematogeriatría (Geheg), de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), ha destacado el impacto psicológico negativo de la pandemia de la Covid-19 en los pacientes de edad avanzada con cáncer hematológico. La presidenta de esta asociación, Concepción Boqué, ha destacado que “la edad es un factor determinante de cara a los enfermos por Sars – CoV2 e incluye a los pacientes con cáncer hematológico”.

La pandemia de Covid – 19 está trayendo impactos negativos a nivel psicológico

La especialista además ha destacado el impacto negativo que ha desencadenado la pandemia en los pacientes mayores con cáncer de sangre. A los pacientes les cuesta acostumbrarse a estos cambios. Este grupo de pacientes también ha sufrido retrasos en los diagnósticos, inicio de tratamientos o incluso pacientes que en estos tiempos se han adaptado a las visitas telefónicas debido al Covid – 19.

Los pacientes que estaban recibiendo tratamientos oncoespecíficos o que se encontraban con enfermedad activa han sido los que se han visto más afectados por esta nueva situación. Tal y como señaló la presidenta del Geheg, “hay que tener en cuenta que las personas con cáncer hematológico presentan una gran dependencia de los hospitales y están experimentando una gran soledad e incertidumbre durante sus ingresos”.

Los especialistas de Hematogeriatría tratarán de predecir riesgos

La presidente del Grupo Español de Hematogeriatría (Geheg), Concepción Boqué, ha afirmado que “el mayor reto al que nos enfrentamos los especialistas en hematogeriatría es predecir los riesgos añadidos que suponen los tratamientos frente a los beneficios que aportan”. En general, “nuestra sociedad ha envejecido rápidamente, pero no ha sabido adaptarse a ello, por lo que está claro que se requieren cambios y ahora es cuando contamos con una ventana de oportunidad para mejorar”.

El Geheg trabaja para aproximarse a los geriatras “para compartir y afrontar con ellos los diferentes desafíos para vivir en una sociedad con personas de edad avanzada con buena salud, que no exista discriminación por razón de edad en la toma de decisiones de tratamiento y que nuestros pacientes cuenten con la seguridad de que disponen del soporte sanitario que necesitan”.