¿Cómo eres tú incluyente desde casa?

Cuando pensamos en el tema de inclusión muchas veces pensamos en las personas consideradas más vulnerables por alguna característica  física, de género, de raza, etc. Sin embargo el termino inclusión es mucho más amplio de lo que parece, está inmerso en todo, y en todos los seres humanos.

De alguna manera para el bienestar psicológico de cada persona, nosotros, cada ser, necesita sentirse parte de un lugar de , una familia, de una comunidad, incluso los que se consideran  antisociales, pues bien como dijo un reconocido filósofo,  Aristóteles: “somos animales sociales”  e indiscutiblemente tarde o temprano necesitamos del otro  en este momento dado, querramos o no.  

En este momento vemos que en este tiempo de cuarentena además de los problemas que salen a flor de piel dado al coronavirus, tantos enfermos, muertos, hambruna , incertidumbre, genera además otras cosas que no son tangibles pero que son muy importantes en el proceso del bienestar social como el estrés, amargura, desesperanza.

Esta situación no solo afecta a unos poquitos

Toda esta situación me ha llevado al punto de meditar en lo siguiente ¿cómo ser incluyentes dentro de nuestras casas?

La inclusión no solo está afuera, somos incluyentes cuando brindamos un servicio al otro; prepararle la cena, lavarla ropa en conjunto, criar a los niños en unión con la pareja, cuando se escucha al abuelito, cuando también se consiente al perro o al gato...

En pocas palabras , ser incluyente, es aprender a convivir, aun en la diferencia, cuando somos tolerables, cuando el otro piensa diferente a mi. 

Fácil no es, porque implica menguar el yo, y el ego, y querer siempre tener la razón. Sin embargo en estos tiempos de cuarentena donde el mundo de alguna manera se ha paralizado o ha tenido que replantearse, reinventarse.

Es necesario tener tiempos de reflexión continua

Es tiempo de autoevaluación, autoliderazgo (dominio propio), donde nosotros tenemos la oportunidad de regular nuestro comportamiento e intereses, quizás aprender a ser más flexibles, más agradecidos, menos complicados, dando oportunidad al cambio, al liderazgo compartido, a escuchar al otro, a brindar un abrazo, este es tiempo de aprender ser incluyentes desde nuestros mismos hogares, socializando, compartiendo con el otro, no quiere decir necesariamente, estar pegados pero sí tener momentos en donde cada miembro tenga su tiempo de expresión de ser, sin ser subyugado o menospreciado.

Existen personas que se pueden sentir solas, e inservibles quizás porque perdieron un empleo, o su capacidad física no es la misma, o porque ya no los tienen tan en cuenta, en sus opiniones, este es el tiempo de volver a unir, lo roto, lo quebrantado, sentirse y hacer sentir al otro que su compañía es única porque nadie es igual a nadie y esto se nos olvida, reflexionemos.

 Y recuerda: Un buen mensaje puede cambiar una vida.

[Puedes leer más artículos de Carolina en este enlace]

Carolina Guañarita Flórez (Expresatecarol)
No te pierdas ninguna de nuestras publicaciones cada semana