Una propuesta innovadora para lidiar con los residuos nucleares

Los residuos nucleares siempre han sido uno de los principales dolores de cabeza a la hora de aprovechar la energía nuclear. Su capacidad radiactiva letal y la cantidad de años que perdura, unos 1.000 años para que empiece a reducirse, son los principales hándicaps de la producción de esta energía. Una gestión adecuada de los mismo es indispensable para asegurar su seguridad y que no afecte ni al medio ambiente ni a la salud de las personas que viven en el.

Un reportaje realizado por la BBC, se adentró en las entrañas de una de las infraestructuras más innovadoras para almacenar los residuos nucleares en Suecia, mostrando los intrincados mecanismos de control y las necesidades que estos desechos necesitan para mantenerse estables. Un lugar donde además se investiga constantemente nuevas formas en las que gestionar estos residuos de la forma más eficaz y segura posible.

Luz y agua para los residuos nucleares

Claro que no estamos hablando de regar plantas, pero los residuos nucleares pueden llegar a ser tan delicados como un orquídea, aunque las consecuencias de perder a una u otra no son comparables. En la enorme central de tratamiento de estos desechos, cerca de la localidad de Oskarshamn, en la costa sueca, se encuentra una colosal infraestructura escondida bajo tierra, concretamente a unos 40 metros de la superficie.

En ella, se pueden encontrar varias hileras, que parecen fascinantes piscinas por su tono azul particular. Un tono que viene de las luces que se encuentran permanentemente encendidas para mantener a raya la radiación de los residuos nucleares que se albergan en esas hileras bajo el agua, otro elemento esencial. El agua es una de las barreras más eficaces contra la radiación y que también juega un papel esencial a la hora de enfriar estos desechos.

Rocas para enterrarlos para siempre

Como ya hemos mencionado, los investigadores e ingenieros suecos, no han dejado de trabajar en formas para poder lidiar con los residuos nucleares de la mejor manera posible. Mantenerlos en las condiciones en las que se encuentran actualmente, no es una opción a muy largo plazo, recordemos que estos desechos llegan a durar varios miles de años, como mínimo necesitan de 300 años para dejar de ser altamente peligrosos, como explica la Sociedad Nuclear Española.

Ni los gobierno ni nosotros duramos tanto tiempo, por eso es necesario dar con mecanismos que puedan resolver los problemas que surgen de la gestión de residuos. En el Laboratorio de Roca Dura de Aspo, en Suecia, se están trabajando en pruebas para 'empaquetar' estos desechos en la roca y ver cuánto tiempo son capaces de mantenerse sin que necesiten ningún tipo de mantenimiento adicional, a esto se le ha bautizado como 'disposición geológica'.

La disposición geológica, básicamente propone utilizar las rocas como fuente de contención para la radiación de los residuos nucleares, países como Reino Unido, también están interviniendo en estas innovadoras investigaciones suecas.