¿Es importante educar en inteligencia emocional desde las aulas?

Llamamos inteligencia emocional a la habilidad para procesar, comprender y manejar con éxito las emociones humanas. En pleno siglo XXI, se toman medidas para desarrollar esta habilidad: ¿se debe trabajar la inteligencia emocional en los colegios?

Desde que los niños son bebés, es necesario educar y entrenar su inteligencia emocional para que en el futuro sepan comprender y controlar sus emociones y que sus sentimientos no sean un obstáculo a la hora de resolver problemas, tanto dentro como fuera del aula.

La inteligencia emocional cada vez se trabaja más en las aulas

La comunidad educativa es consciente de la importancia de una buena educación emocional, por lo que se preocupa cada vez más por trabajar en los pilares básicos del desarrollo emocional de sus alumnos. Factores como la empatía, la motivación, la autorregulación, la conciencia de uno mismo, la asertividad y las habilidades sociales se empiezan a desarrollar a edades muy tempranas. En este sentido, el rol del profesor está cambiando dejando de ser un mero transmisor de conocimientos.

La importancia se encuentra en desarrollar la inteligencia emocional de los niños al máximo durante los primeros años de vida y de forma continuada a lo largo de su etapa infantil y adolescente. Para ello, es necesaria la ayuda de la familia y del colegio, ya que son los dos escenarios principales de socialización del niño. Y como es en el colegio donde tienen la oportunidad de relacionarse con niños semejantes a ellos y pasan la mayor parte de su tiempo, este es el espacio propicio para educar emocionalmente.

Para poder introducir la inteligencia emocional en el aula, en un primer lugar hay que hacer una valoración de cómo es ‘estado emocional’ de la clase. Es fundamental conocer la condición desde la que parte el grupo, los posibles puntos débiles a tratar y las actividades más propicias para el conjunto de alumnos.

Hecho esto, hay que buscar el mejor momento del día para hablar de las emociones. Estos suelen ser los primeros minutos del día y justo antes de regresar a casa, para hacer un resumen de lo que nos ha pasado durante la jornada y evaluar cómo lo hemos llevado.

¿Qué herramientas se utilizan para trabajar las emociones en el colegio?

Los recursos que se pueden utilizar para trabajar la inteligencia emocional en clase son infinitos: libros, cuentos, vídeos, representaciones, películas, actividades en grupo o referencias específicamente creadas para ello, como juegos de mesa.

Recientes estudios sobre neuroeducación confirman que para que pueda existir el aprendizaje es vital tener una buena base emocional, por lo que se emplean, también, técnicas como el mindfulness o la psicología positiva, que contribuyen al bienestar y a la motivación de los niños. Estas prácticas también ayudan a responder ante los problemas de forma reflexiva, ayudando a regular las emociones sin reprimirlas.

Beneficios de educar emocionalmente en el colegio

Incluir la educación emocional en el colegio mejora la convivencia, fomenta la igualdad, desarrolla el sentido de responsabilidad, aumenta la comunicación y reduce la violencia.

Todo ello contribuye a un aumento del éxito escolar y a ser más felices. Los niños emocionalmente inteligentes son más creativos, más colaborativos, más generosos, más optimistas, más sociables, son capaces de tomar decisiones y resolver conflictos orientándose hacia objetivos positivos y tienen menos estrés.