Los invernaderos europeos cultivan sostenibilidad

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12/06/2021 - 12:00
Tomates de invernaderos de Europa

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En los invernaderos solares del Sur de Europa, que se encuentran ubicados en Almería y Granada, se llegan a producir 4,5 millones de toneladas de frutas y hortalizas al año.

Cabe destacar que tres cuartas partes se exportan al Europa, y sirven como alimento de una población de 500 millones de personas.

Esta labor, hasta que llega a los estantes de los supermercados pasa por una serie de exigencias para conseguir certificaciones que aseguran la evaluación del producto, desde antes de que sea plantado.

Los invernaderos europeos llevan una gran responsabilidad a cuestas

Como los estándares de calidad y seguridad no son moco de pavo, cada temporada, más de 7.000 explotaciones agrícolas se someten a varias auditorias que garantizan diferentes características:

  • Trazabilidad
  • Calidad de los alimentos en todas las etapas de producción
  • Sostenibilidad de la actividad
  • Cumplimiento de buenas prácticas laborales en la cadena de valor

De esta forma, desde los invernaderos buscan minimizar los riesgos al máximo y garantizar que los productos llegan a nuestras manos con todas las garantías.

Como los consumidores cada vez exigen altos estándares de calidad, se han visto motivados para crear rigurosos sistemas de certificación que aseguran que el producto sea de calidad, o que en su proceso productivo se respete el medio ambiente y el bienestar del trabajador.

Cutesolar, por su parte, ha querido contarnos cuáles son las normas, qué certifican y que supermercados demandan cada petición de los invernaderos.

Sellos y certificacioneMs para los invernaderos europeos

  • GlobalGAP IFA: Uno de los protocolos de producción más extendidos en todo el mundo. Cubre todas las etapas de la producción. Su objetivo es garantizar las buenas prácticas agrícolas; promover métodos de producción sostenibles con el medio ambiente, fundamentalmente en relación con el uso de los recursos hídricos y la utilización de productos fitosanitarios; y asegurar el bienestar de los trabajadores y de los animales. Esta norma es demandada por clientes como Aldi, Edeka, Asda, Lidl, Carrefour, Rewe, Spar, Tesco, El Corte Inglés o Sainsbury’s. La costa de Almería y Granada se ha convertido en la zona con la mayor concentración de laboratorios de análisis agrícolas de toda Europa.
  • Globalgap GRASP: Evaluación de riesgos de las prácticas sociales en la finca, abordando temas específicos relativos a la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores. Ayuda a los productores a demostrar su cumplimiento con la legislación laboral a nivel internacional y nacional.
  • QS: Un sistema que pretende asegurar el proceso integral de producción de los alimentos, desde el origen de los mismos, pasando por su procesamiento y posterior comercialización. Surgió en Alemania y como respuesta a la crisis de la Encefalopatía Espongiforme Bovina. Dicho sistema fue ampliado tres años después para incluir las frutas, hortalizas y patatas. Supermercados como Edeka, Rewe, Aldi o Lidl se guían por esta norma para la selección de los productos en sus lineales.
  • Brand Reputation Compliance (BRCGS) desarrollada por los supermercados británicos, esta norma es considerada hoy en día como uno de los referentes internacionales para la calificación de proveedores de productos y marcas en las grandes superficies. Su objetivo es la salvaguarda de la seguridad alimentaria mediante el establecimiento de requisitos que garanticen la salubridad de los alimentos. La norma es aplicable a cualquier proceso de elaboración, manipulación o envasado de alimentos donde exista riesgo de contaminación. Esta certificación es demandada en los supermercados británicos como Tesco, Asada, Sainsbury’s o Waitrose.
  • International Food Standard (IFS): Norma creada por las grandes cadenas de distribución alemanas, francesas e italianas para auditar empresas que fabrican alimentos o a empresas que empaquetan productos alimentarios a granel. Se centra en la seguridad y calidad alimentaria de los productos procesados y garantiza que las empresas certificadas fabrican un producto o bien prestan un servicio, que cumple las especificaciones del cliente y que siempre se trabaja por una mejora continua de los procesos.
  • LEAF Marque: esta certificación tiene su origen en el Reino Unido y su objetivo es proporcionar a los consumidores la confianza en el cuidado que los productores han puesto para la producción de alimentos y otros productos. Los productos portadores de la marca LEAF Marque han sido cultivados por agricultores comprometidos con la mejora continua de la agricultura y el medio ambiente para el beneficio mutuo de agricultores, consumidores, fauna y flora, y medio rural.

Consumidores responsables, productores comprometidos

El hecho es que los consumidores demandan cada vez más productos ecológicos, por lo que a parte de dichas certificaciones para los invernaderos, se conocen otras que denominan dicha producción ecológica como órganicos, biológicos o BIO, y engloban a los que se obtienen sin emplear productos fitosanitarios.

Para poder diferenciarlos tienen que llevar impreso el logotipo de la UE que asegura el uso restringido de plaguicidas químicos, la ausencia de organismos modificados y el uso responsable de los recursos naturales.

A parte de las normas para los invernaderos, el logotipo más conocidos en el Europa es el Bio Label, junto a otros como Biosuisse, KRAV, Bio-Siegel o Naturland.

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