11/09/2017 - 15:03
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Los grandes inversores globales han mostrado una mayor rebeldía este año en las juntas de las empresas, ya que las gestoras de activos sufren presiones crecientes para pedir cuentas a las compañías sobre los altos salarios, la diversidad de los consejos y la mala gestión.
Los inversores piden cada vez más que las compañías rindan cuentas
18 de un grupo de 20 grandes inversores en los que se incluye la mayor gestora mundial de activos BlackRock, Norges Bank, administradora del fondo de petrolero de Noruega, y Calpers, el mayor fondo de pensiones de EEUU, se han emitido menos votos a favor de las recomendaciones de las juntas directivas en lo que va del año, que el año 2016.
Este año compañías como la gestora de activos suiza GAM, la firma de moda Burberry, la farmacéutica AstraZeneca y el banco Wells Fargo se han encontrado con la oposición de sus accionistas.
La firma de fondos Schroders, cotizada en Reino Unido, el inversor holandés PGGM, y State Street Global Advisors, la tercera mayor gestora mundial de activos, también han respaldado un menor número de propuestas de los equipos directivos en las juntas anuales de este año.
Reguladores y políticos de todo el mundo analizan cada vez más la relación entre las empresas y sus accionistas.
Las firmas de fondos han recibido críticas en numerosas ocasiones por no responsabilizar a las compañías de los salarios excesivos de los ejecutivos, la falta de diversidad de género y la inacción frente al cambio climático.
Las gestoras de activos se muestran cada vez más dispuestas a posicionarse contra los directivos de una compañía debido al énfasis cada vez mayor en su papel de administradores del dinero de los inversores.
Cada vez más los inversores van a pedir a las compañías que rindan cuentas y den más detalles sobre la toma de decisiones. En al menos un 90% de las ocasiones los inversores se posicionan con la directiva, a pesar de la creciente oposición de las gestoras de activos.
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