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En grandes ciudades como Madrid o Barcelona, o incluso en localidades más pequeñas, pero en las que los entornos laborales se encuentran alejados, los trabajadores se ven forzados a invertir un tiempo considerable del día en ir al trabajo. Aunque la red de transporte público o las carreteras tengan suficientes conexiones, a veces estas son poco eficientes o ser ven altamente saturadas en las famosas "horas punta".
Muchas veces, este tiempo extra que empleamos para ir al trabajo, puede llegar a hacer mella en nuestra salud. Así lo explica Lain Gately en su libro 'Rush Hour' (Hora punta en español), en el que ha realizado un exhaustivo estudio sobre los desplazamientos diarios que realizan millones de personas para llegar a su espacio laboral. Gately comenta que este tipo de desplazamiento son "algo estresante y el estrés tiene todo tipo de efectos secundarios sobre la salud".
El exceso de horas para ir al trabajo puede agotar
Un estrés que suele estar alimentado por retrasos en el tren, porque nos ha dejado el autobús o porque el atasco en el que estamos metidos se está extendiendo más de la cuenta y nuestra hora de fichar se acerca peligrosamente. "Creo que muchos de nosotros experimentamos una abrumadora sensación de impotencia porque estamos atascados en el tren o en la carretera y no hay nada que podamos hacer", comenta el autor y no le falta razón.
En su libro, Gately hace referencia a varias estadísticas y estudios que se han realizado en varios países, entre los que se encuentra uno que analizó la relación entre los malos hábitos en el sueño, la tendencia a un aislamiento social, el agotamiento e incluso generar problemas emocionales con nuestros hijos, que se realizó Alemania y que daba por positiva esta relación, sobre todo cuando el tiempo que se utilizaba para ir al trabajo era extenso.
El autor aseguraba que alguien que emplease una media semanal de 15 horas para ir al trabajo, lo que supondría unas 2 horas y 15 minutos al día, y descontando dos semanas de vacaciones al año, llegaba a perder una media hora de sueño al día. Tomando como ejemplo ciudades como Madrid o Barcelona, emplear una hora por trayecto a veces puede llegar a quedarse bastante corto, teniendo en cuenta que la mayoría de las personas viven en la periferia.
Que nuestro viaje valga para algo más que desplazarnos
El teletrabajo ha sido una herramienta importante para contrarrestar los efectos de emplear tanto tiempo e ir al trabajo. Sin embargo, no todos los puestos pueden adaptarse a este modelo y también han surgido otras complicación con él. De esta forma, Lain Gately realiza una serie de propuestas en su libro para que estos traslados no acaben haciendo mella en nuestra salud mental y física.
El principal es el de aprender a aprovechar el trayecto. Si no tener forma de evitar largos desplazamientos para ir al trabajo, lo mejor es poder aprovechar ese tiempo para enfocarlo en alguna tarea personal. Lo más socorrido, y sin duda una de las actividades más populares y sencillas de implementar es leer. Pero también podemos adelantar trabajo como contestar correos o aprovechar ese tiempo para hablar con familiares y amigos. Lo importante es enviar una información a nuestro cerebro de que ese tiempo está bien empleado.
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