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Supervivientes está muy lejos de ser mi reality favorito. Es más, esta edición me está defraudando demasiado. La culpa de todo la tiene Isabel Pantoja. En realidad, no sé si ella o el programa por invitarla y por darle carta blanca durante todo el concurso.
NUNCA, jamás, ha habido una edición en la que hayan comido más, hayan tenido más recompensas, más concesiones, se hayan saltado más las normas, haya aparecido comida misteriosa en latas… y no se haya hecho nada.
El formato de 'Supervivientes' peligra pero vamos por partes.
Resumen de la última gala
La última gala prácticamente comenzó con una buena bronca a Dakota. Otra más por parte de Telecinco.
“Estás en un momento de tu vida en el que puedes ir hacia hacia atrás o hacia adelante perfectamente y el programa quiere ayudarte, pero es muy complicado”, le dijo Sobera a Dakota. “Y por eso queremos darte un aviso serio", continuó el presentador.
Sobera le advirtió: “Si no moderas tu lenguaje y la forma en la que te diriges a tus compañeros en las discusiones serás apartada del grupo y encerrada en un corralito". Pero se salvó de la expulsión. La cara de felicidad de Mónica Hoyos, por ejemplo, era maravillosa.
La prueba de recompensa se llamaba "Fruta o frote", típico ofrecimiento en Tinder. Se trataba de ir en parejas llevando frutas con distintas partes del cuerpo.
“La sandía la van a tener que llevar con el trasero, el plátano con el pecho… y el melón en los genitales, supervivientes”, explicó Lara.
El primero que llevara diez piezas de fruta en cinco minutos ganaba una noche VIP con cama, cabaña, ducha y desayuno continental.
Ganaron Omar y Fabio, que iban con las fresas en la boca y juntando los morros. “Comida, por favor, comida para todos", rogaba Isabel Pantoja; y sus deseos son órdenes.
“Al resto de supervivientes, tengo que deciros que, sintiéndolo mucho, toda la fruta que habéis conseguido… es para vosotros", dijo Lara al acabar. Regalándoles la fruta a los perdedores. ¿Pero qué timo es éste? Si siempre les dan de comer y tienen tres galas semanales con pruebas de recompensa, ¿para qué se van a esforzar en pescar?.
Isabel Pantoja toma una decisión histórica
En un momento de la gala, Isabel Pantoja, ella la primera, saludó a su familia. Aquí fue cuando le ofrecieron un “Chuletón y barbacoa para ti y todos tus compañeros". A cambio, de que se rapara el pelo.
“Lo siento, pero no, dejaría de ser yo". Sí, de hecho, te cortas el pelo y te ponen el nombre de un señor de otro país. Para que dejes de ser tú.
“Mi público, decidme, decidme, ¿es suficiente?” preguntaba enseñando las puntas de unos tres centímetros de coleta. Y 'su público' pedía más.
“Es que no voy a poder cantar cuando llegue a España", decía Isabel sobre su regreso a Madrid y el corte de pelo. Como si la coleta le afectase a las cuerdas vocales.
“Venga, añademe más cosas", exigía la tonadillera a Lara Álvarez, “Chuletón, alitas de pollo, tinte del pelo…”, se plegaba Telecinco. Aún se añadieron al lote bebida, pan y patatas fritas.
Pero Isabel quería más: “Quiero añadir verduras. Y un bizcocho…” “El capitán Morgan pide 30 centímetros de corte de pelo”, dijo Lara. “5 cm y quito el pan. 5 menos y quito la bebida”… decía Lara sin mucho convencimiento, a la par que ofrecía chuletón, barbacoa, alitas, patatas fritas…
Y llegó la estafa, el timo. Lara le puso a Isabel el metro con unos 20 cm más o menos y ella no se cortó ni ocho.
A la hora de cortar, Isabel bajó la mano como cinco centímetros y encima le dieron todo lo que había pedido. Pero todo el mundo la felicitaba, la besaban, la abrazaban… Como si fuese una heroína.
Esto no es 'Supervivientes'
“No se ha acercado a los 18 que se le pedían ni de lejos, pero el capitán Morgan ha sido indulgente porque era una recompensa grupal y porque están pasando mucha hambre, hay que entenderlo”, explicó Sobera.
No. Morgan fue indulgente porque era Isabel Pantoja.
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