Claves para elegir el mejor jamón ibérico

Un jamón de pata negra es, sin duda, una pieza digna de presidir la mesa en las ocasiones más especiales. Factores como la zona de crianza y la alimentación del cerdo, son determinantes para conseguir la alta calidad, que es reconocida mundialmente.

El jamón ibérico es un manjar considerado como una de las delicatessen culinarias más apreciadas de todo el mundo. Se trata de un producto de alta calidad, que generalmente, se disfruta en fechas especiales o cuando se desea dar un toque de clase a una comida o reunión.

Este tipo de jamón se produce especialmente en zonas montañosas de España, provenientes de razas de cerdos ibéricos. Factores como la zona de crianza, si se mueven en libertad o no, y el tipo de alimentación, así como el tiempo de curación, son determinantes para el grado de calidad del producto final.

El famoso jamón pata negra

Nada se compara con tener en la mesa un excelente jamón pata negra para compartir o crear platos gourmet. Pero, ¿cómo seleccionar el mejor tipo de jamón ibérico entre la gran cantidad de alternativas existentes?

Los jamones ibéricos de pata negra 100% están entre los más apetecibles, debido a su sabor especial, que se obtiene porque provienen de cerdos criados en semilibertad en las dehesas y alimentados principalmente con bellotas. Esto le da al jamón esa composición característica de grasa diseminada en forma de vetas en cada lonja.

Para saber si se está comprando un jamón ibérico de pata negra, no basta con mirar la pezuña, la garantía está en el etiquetado; en este caso es de color negro y se debe verificar que tenga denominación de origen. Lo mejor es adquirirlo en tiendas físicas u online serias, para evitar sorpresas.

El jamón ibérico de bellota es muy buscado, debido a que cuenta con un sabor y aroma muy particulares; además de ser recomendable como uno de los alimentos más saludables, por su alto contenido de ácido oleico. Consumir este alimento contribuye a incrementar el nivel de colesterol (HDL) en el cuerpo y reducir el colesterol dañino.

Auténtico jamón ibérico

El nombre “de pata negra” se establece en referencia a las características del color de las pezuñas y la piel de cerdo ibérico del cual proviene la pata de jamón, que se ha convertido en sinónimo de la más alta calidad.  

Una manera segura de adquirir el producto de más alta calidad es seleccionar una buena marca, como la de los jamones de bellota de Encina Don Alberto, que garantizan la procedencia de las paletas y patas de cerdos de raza ibérica criados en la Sierra de Huelva.

Es necesario destacar que España ofrece cuatro tipos de jamones con denominación de origen, una garantía de que se está adquiriendo un auténtico jamón de bellota: Guijuelo (Salamanca), Los Pedroches (Córdoba), Dehesa de Extremadura y de Huelva (Jabugo).

Cada jamón con denominación de origen tiene sus características especiales. El jamón ibérico de Huelva se produce en el Parque Natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Este jamón es apreciado en todo el mundo como un manjar, debido a que se reconoce la calidad de sus piezas, que se producen con métodos artesanales y poco mecanizados.

El proceso de curación que se utiliza en la zona de Huelva se realiza en secaderos naturales, no en cámaras frigoríficas, ni se emplea ningún tipo de proceso industrializado.

Los maestros jamoneros aprovechan el clima onubense, en el que se mezclan los efectos del Mediterráneo con toques continentales y aires del Atlántico, lo cual permite ofrecer sabores con características distintas a los de otras zonas de crianza, como Córdoba, Extremadura o Salamanca.

En la serranía de Huelva no hay granjas, por lo cual, los cerdos de raza se crían libres y consumen los pastos, bellotas, encinas y alcornoques que crecen en la zona. Es la alimentación lo que le da toques únicos con sabor de gran calidad.

El etiquetado

Un aspecto esencial en la elección del jamón, es verificar las etiquetas y precintos, para saber que se está adquiriendo un auténtico jamón de bellota. La etiqueta negra representa que se está comprando un jamón 100% ibérico (de pata negra) que proviene de animales de raza pura, criados en libertad, la gama de más alta calidad.

El etiquetado rojo señala que el jamón viene de cochinos cuya raza es 50% ibérico y se alimentó con bellotas durante parte de la crianza. La etiqueta verde también se refiere a animales 50% (jamones de cebo de campo). La etiqueta blanca señala que proviene de cerdos 50% ibéricos que fueron alimentados con cereales y pienso.  

Otra clasificación que se aplica en la industria jamonera de Huelva los divide en: jamón de bellota 100% ibérico de pata negra proveniente de animales criados en libertad; de bellota 50/75% raza porcina ibérica, también criados en libertad, que serían los de más calidad. El jamón de cebo de campo, que son cerdos que se crían en semilibertad, y de los de cebo ibérico, que se crían en granjas.   

La mejor forma de degustar

La mejor manera de degustar un buen jamón ibérico es cortado en lonchas a cuchillo, que sean lo más finas que se pueda. Muchos amantes del jamón ibérico prefieren comprar las patas o paletillas completas, para colocarlas en un lugar privilegiado de la mesa, para cortarlo al momento. Es ideal para acompañar sencillamente con pan y una copa de vino.

Quienes no son expertos en el corte del jamón ibérico tienen la alternativa de adquirirlo loncheado. Esto se prepara con finas lonchas, envasadas al vacío, para dejar listo el jamón para servir, manteniendo la calidad del producto para degustar.

La alta calidad del jamón ibérico va más allá de su gran sabor. Es ideal para dietas de proteína alta, debido a que aporta un 50% más de proteínas que la carne de cerdo fresca. De hecho, 100 gramos de este jamón ofrece el 33% de la ingesta proteica necesaria para un día.

Es bajo en sal y alto en grasas insaturadas, que son las que ayudan a bajar el colesterol. Además, es rico en calcio, fósforo, así como en vitaminas B1, B2 y hierro.