Jota García: "Aquí no sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta"

La vida de José Luis García dio un vuelco a partir de 2012: una uveítis infantil le impide ver. Primero pierde la vista en el ojo izquierdo y posteriormente en el derecho. Hasta aquel momento, 'Jota' como le conocen su familia y amigos disputaba carreras populares, entrenaba a un equipo de fútbol sala de chavales, pero todavía no le había picado el gusanillo de la competición. “Cuando perdí la vista en el ojo izquierdo me quedé incrédulo” relata Jota.

Él pensaba que era una época y que todo iba a volver a su ser. Durante más de veinte años, nuestro protagonista ha crecido con los cinco sentidos. Sin embargo, “si le quitaran esa venda”, él tiene muy claro que quiere ver a su mujer con sus sobrinas a los lados, sus hermanos y sus padres

Antes de su faceta como triatleta paralímpico, Jota García fue un fanático del fútbol. Le encantaba jugar al fútbol y, aparte de jugar, él fue entrenador de un equipo de chicos de fútbol sala en Buitrago de Lozoya. Es una etapa que “recuerda con mucho cariño”. Hacía alguna carrera popular, practicaba deportes de raqueta…

Él no piensa que sea un deportista “genéticamente cualificado”. Se considera un deportista trabajador, muy constante, disciplinado, muy competitivo, inconformista pero a su vez objetivo. 

“No paré a lamerme las heridas”

Corría el año 2011 y nuestro protagonista manifiesta que “cada vez veía menos”. A ello le añade que los médicos no se atrevían a posicionarse con un diagnóstico, ni existía ningún tipo de alternativa, él mismo creyó que cabía una posibilidad de que perdiera la vista.

"Lo primero que se me venía a la cabeza es qué iba a hacer yo sin ver” recordaba el triatleta. “Me han educado viendo, todo entra a través de los ojos”. En aquel momento confirma su peor presagio, no volvería a ver. Desde aquel momento se decidió a aprender de todo.

Para bien: para conseguir todos los objetivos que se proponga o por lo menos intentarlo. Pero también para mal: aprovechar cada minuto porque te puede pasar cualquier cosa.

Los inicios en el Triatlón Paralímpico

“Pasé tanto tiempo en el dique seco sin poder hacer absolutamente nada que tenía ganas de empezar a hacer cosas. Tenía ganas de entrenar, de correr, de montar en bici y ni me lo pensé en cuánto me lo dijeron los médicos”. Él ha reconocido que sabía “que no se podía quedar quieto” y ha añadido que “el deporte le mostró el camino a seguir”.

Justo antes de no poder ver, en 2011, nuestro protagonista vio una prueba en su pueblo Buitrago de Lozoya (Madrid) de triatlón. “Vi a aquellos superhombres montar en bici, hacer natación y decidí que quería hacer triatlón fuera como fuera”. Aquellas imágenes se grabaron a fuego en él. Su padre fue una de las personas que le animó a emprender ese camino: “A los diez días mi padre me regaló una bicicleta para empezar a entrenar triatlón”. Es un regalo que nunca pudo usar ya que al poco tiempo no veía lo suficiente para ir a montar él solo.

En septiembre de 2012 a Jota le confirman que no va a poder ver más pero va a poder hacer vida normal. Fue el momento escogido por él para decantarse por hacer triatlón. “No sé como pero voy a poder hacer triatlón”.

Sus apoyos en estos comienzos fueron Mario y Fran. Su amigo Mario le acompañaba a correr y Fran era su primer guía. “Nos inventamos las cuerdas para nadar juntos en el agua, la manera más rápida de hacer las transiciones”.

Adaptaciones del Triatlón Paralímpico

Jota García nos ha contado el tipo de adaptaciones que debe hacer un organizador para que él vaya a disputar la prueba: “que el tándem tenga un buen sitio donde no moleste a nadie, porque es más largo, intentar que las transiciones estén lo más liberadas posible”. Aunque ha reconocido que “puede nadar entre la gente”, en algunas pruebas le intentan no meter en aglomeraciones “o los primeros o los últimos”, para no molestar a nadie y, a partir de ahí, la bocina suena para todos.

Como triatleta para poder competir les hace falta un “cable”, como los inventos del surf con dos velcros a cada lado que van a la pierna, el tándem para la prueba de ciclismo y para correr, necesitan una cuerda con forma de infinito. En un lado se agarra el atleta y en otro el guía.

Jota nos habla de su verdadero equipo: el #JotaBlindTeam

Este año han dado con la tecla en la rutina de entrenamientos. Gracias en parte al #JotaBlindTeam, un equipo de gente con la que el triatleta paralímpico entrena y compite. En este equipo se encuentra desde su hermano, sus vecinos Edu y Laura.

Por otro lado, de manera más profesional, podemos descubrir a Luis Molina, un chico que entrena con Jota en Madrid que se encuentra dentro del Plan de Ayuda al Deporte Paralímpico (Plan ADOP) y Pedro Andújar, que es su guía de competición con el que se va a entrenar una vez al mes a Murcia. Le ayuda en competiciones internacionales y “si todo va bien iremos a los Juegos Paralímpicos”. La persona que dirige todo este equipo profesional es Nacho Giménez, es quién le pasa una planilla donde se reflejan los entrenamientos semanales. En función de los entrenamientos programan con qué guías van a entrenar.

“La manera de que yo pueda rendir perfectamente es que yo pueda correr con gente”. Siempre existen alternativas, pero, él agradece entrenar acompañado y poder mejorar, algo que denomina “entrenamientos de calidad”. En la piscina es totalmente autónomo pero el resto de disciplinas las prepara gracias al #JotaBlindTeam.

¿Cómo es un día de entrenamiento?

A las nueve de la mañana está en la piscina y entrena durante una hora, hora y media natación, dos horas y media de bicicleta y por la tarde, nuestro protagonista hace una hora de gimnasio.

“Hay que relativizar el éxito”: Fórmula para gestionar el éxito y el fracaso

Cuando entrenamos hay que tener paciencia. Evidentemente, el crono no te dice todos los días lo que a ti te gustaría oír. “Hay que confiar en lo que te dice tu entrenador el día que puedes como el día que tienes que ir más suave. La clave está en la constancia, trabajo duro y en confiar en esa planificación que ha diseñado tu entrenador. Saber que cuando no salen las cosas tan bien como tú te crees eres tan malo y cuando las cosas salen muy bien y todo es maravilloso y tienes un día fantástico, ese día hay que disfrutarlo pero al día siguiente hay que seguir currando”.

Los encargados de animar a este deportista a seguir su camino es el #JotaBlindTeam, que es “el que le carga las pilas”. “Contar con un equipo de gente que se vuelca para entrenar contigo y se vuelca es gasolina pura”. A ese equipo se unen de otra manera la familia de Jota: sus padres, sus hermanos y su mujer, la más importante, la que “le anima temporada tras temporada, le facilita todo. Es la persona que más me anima”.

Las redes sociales son más accesibles

Las redes sociales son el puente para darte a conocer y para conseguir patrocinadores. “Desde el Consejo Superior de Deportes (CSD) nos orientaron sobre qué hacer en redes sociales y nos indicaron la importancia que tiene nuestra imagen en redes sociales”. En aquella entrevista a La Razón afirmó que “las llevaba mal porque no eran accesibles”. “Lo bueno es que a día de hoy tanto Instagram como Facebook son mucho más accesibles que en aquel momento”.

“Puedo interactuar con gente que me manda mensajes, dar a likes”. Maneja bastante bien ahora las redes sociales y dentro de ello, es bastante autónomo.

“Me imagino en el avión de vuelta contento y feliz”

Si él se tuviera que imaginar su participación y su post participación en los Juegos Paralímpicos, se imagina en el vuelo Tokio – Madrid “contento y feliz”. “Feliz por lo que he disfrutado y vivido, que haya sido un camino pleno.  Lo primero que pensé tras conseguir la clasificación a los Juegos fue “esto no me ha podido pasar a mí”. Cogió la calculadora con su entrenador y le dijo que sumase para ver cómo se encontraba en el ranking y dijo: “Matemáticamente ya estamos dentro”. “Cuando estás clasificado quieres más”.

“Los Juegos son un objetivo lejano”

Jota García ha asegurado que “los Juegos son un objetivo lejano”, ya que como él mismo ha dicho no puede manifestar que sea a largo porque “son dentro de seis meses”. El primer objetivo a corto plazo es Abu Dhabi, lugar donde se disputa la primera competición. Intentar hacer una buena competición pasa por “sincronizarme bien con mi guía” ya que este año voy a competir con un guía distinto, Pedro, que será el primer año que compita conmigo. El objetivo es “formar un buen tándem, una buena unidad, que seamos dentro y fuera de la pista un buen equipo y que durante la competición salgan las cosas que hemos entrenado”.

Tras la competición debemos sentarnos con objetividad y criterio y analizar lo que ha pasado, para bien y para mal. Después viene Campeonato del Mundo, Series Mundiales en Yokohama (Japón) y varias competiciones por España para terminar en agosto con el Europeo y los Juegos Paralímpicos.

A nivel personal, de aquí a los Juegos, disfrutar con la gente que me ha apoyado y me está apoyando. Después de los Juegos me gustaría dedicar más tiempo a la fisioterapia, seguir formándome y quizá “dedicarle más tiempo a los estudios y menos al deporte”.

“Por muy mal que lo haga el ciclista, el ciclista siempre tiene las de perder”

Se pasa miedo entrenando en el tándem: “Hay carreteras que están muy bien y se puede disfrutar del ciclismo porque son muy tranquilas pero, hemos salido por una zona donde había bastante tráfico, un arcén relativamente pequeño, muchas veces se le añade que está sucio, que es lo que te hace ir al límite y no es agradable”.

“No es lo idílico que se plantea de salir a dar una vuelta” ha relatado García. “En Madrid queda mucho por hacer todavía en ese sentido”. La realidad es que te la estás jugando, no te voy a engañar, concluye Jota García. “Es algo con lo que hay que convivir pero el ciclista siempre tiene las de perder”.

Consejos para los que se inician en Triatlón Paralímpico y Triatlón

Jota anima a aquellos que están comenzando: “Que se olviden del reloj, del GARMIN, los kilómetros que hacen, que se olviden de todo y se centren en disfrutar, en pasarlo bien, en rodearse de gente para entrenar que sea disfrutona y que se olviden del resto. Esa es la clave”