Los agricultores cuentan con una pensión de jubilación concreta a través de un sistema especial

El campo español y otros países europeos han visto una ola de protestas, con tractores llenando las calles, demandando derechos y regulaciones más favorables. Inspirados por los franceses, los agricultores exigen una Política Agraria Común de la UE menos rígida, precios equitativos para sus productos y resistencia a las demandas de la UE sobre el uso de fertilizantes y la competencia desleal externa.

Los agricultores y ganaderos siguen en pie de guerra

La protesta agraria en España continúa resonando en las calles mientras los agricultores y ganaderos exigen sus derechos. La reciente ola de manifestaciones con tractores que ha barrido el país se suma a movimientos similares en otras naciones europeas, tomando ejemplo de las protestas en Francia, todos con el objetivo común de demandar medidas equitativas y una regulación que facilite su labor.

Entre las demandas de los agricultores y ganaderos se encuentra la necesidad de una Política Agraria Común de la Unión Europea menos rígida y burocrática, que les permita trabajar de manera más eficiente y sostenible. Asimismo, reclaman precios justos para sus productos y rechazan las imposiciones de la UE en cuanto al uso de fertilizantes, así como la competencia externa desleal que enfrentan.

En medio de este contexto de agitación, temas como las pensiones de los trabajadores del campo emergen como puntos críticos de discusión. El Régimen Especial Agrario (REA) se erige como el documento que regula estas cuestiones, siendo objeto de debate y negociación en las mesas pertinentes.

¿Qué requisitos son indispensables para la jubilación de los trabajadores del campo?

En el marco del Régimen Especial Agrario (REA), se establece un conjunto de requisitos específicos para la jubilación de los trabajadores del campo. Este régimen contempla un sistema de cotizaciones que difiere de otros sectores laborales, con particularidades que incluyen periodos de inactividad y temporalidad.

Para el año 2024, se ha decidido aplicar una reducción excepcional de 2,75 puntos porcentuales en la base de cotización para los agricultores que se encuentren en determinadas situaciones especiales:

• Desempleo durante una incapacidad temporal: Aquellos trabajadores que estén desempleados debido a una incapacidad temporal podrán beneficiarse de esta reducción.
• Riesgo durante el embarazo: Las mujeres embarazadas que enfrenten riesgos laborales podrán acceder a la reducción en su base de cotización.
• Riesgo durante la lactancia natural: Las madres lactantes que estén expuestas a riesgos laborales podrán acogerse a esta medida.
• Nacimiento y cuidado de menores: Los trabajadores que deban hacerse cargo del cuidado de hijos recién nacidos podrán optar por esta reducción.
• Corresponsabilidad en los cuidados de la persona lactante: Aquellos trabajadores que compartan la responsabilidad del cuidado de un lactante también podrán acceder a esta reducción en la base de cotización.

Estas medidas buscan brindar un apoyo adicional a los trabajadores del campo que se encuentren en situaciones de vulnerabilidad o necesidad especial, reconociendo las particularidades y desafíos que enfrentan en su labor diaria.

La necesidad de mejorar las pensiones de los trabajadores agrícolas 

La pensión media de jubilación para los agricultores y ganaderos en España, según los datos de la Seguridad Social hasta el 1 de enero de 2022, refleja una disparidad significativa en comparación con otras categorías laborales:

• Agricultores y ganaderos del Régimen General: 676,89 euros mensuales.
• Agricultores y ganaderos autónomos: 665,50 euros mensuales.

En contraste, la pensión media de jubilación del Régimen General, que abarca a los trabajadores asalariados, alcanzó los 1.396,22 euros al mes en enero de 2022. Esto indica que los agricultores y ganaderos recibieron una prestación un 51,3% inferior a la de los demás trabajadores.

Por otro lado, los autónomos agrarios tuvieron, en enero de 2022, una pensión media de 829,56 euros mensuales, significativamente por debajo de la del Régimen General. Esta diferencia implica que la jubilación de los trabajadores autónomos del sector agrario representa un 19,8 % menos de prestación que la de otros autónomos.

Estas cifras subrayan las disparidades en las pensiones de jubilación entre diferentes sectores laborales, evidenciando la necesidad de abordar las inequidades y mejorar las condiciones de jubilación para los agricultores y ganaderos en España.